Imposible de medir, de cuantificar ese dolor, la indignación, la tristeza honda y cruda. El desenlace aciago de Silvina Luna paraliza al mundo del espectáculo, y a toda la sociedad, por su juventud, su extremo deseo de pelear y porque se pudo haber evitado.
La amada actriz, de la que todos los componentes de la industria tenían solo palabras alegres y elogiosas, no pudo sortear esa batalla final, la que se extendió por casi ochenta días con la internación urgente en el hospital Italiano y apagó su luz a los 43 años.
Dentro de la complejidad de su cuadro, que se configuraba en múltiples secuelas por la inserción en su cuerpo de un material nocivo como el metacrilato, se aguardaban las condiciones favorables para realizarle un trasplante de riñón, el órgano que más se afectó por esa sustancia.
La propia Silvina se refirió a esa posibilidad, en una entrevista conmovedora que desarrolló en el piso de LAM, donde se abrió a flor de piel con las emociones en la mano. Ahí, la famosa aclaró: “Se ha hablado mucho de que necesitaba un trasplante urgente y no es así”.
POR QUÉ SILVINA LUNA NO PUDO RECIBIR UN TRASPLANTE
¿Cuál era el impedimento? Para ayudar a su organismo era sumamente necesario el trasplante, pero apareció un contratiempo que retrasó todo y que la propia actriz explicó: “Desde hace un año que tengo una bacteria y, hasta que no lo resuelva eso, no me puedo trasplantar”.
“Tengo que seguir un año más, más o menos. Son unas bacterias resistentes”, añadió la querida rosarina para aportar más detalles. Y luego especificó que recibir un nuevo órgano aparecía en el horizonte inmediato: ”Sería como un lugar a llegar, a futuro”.
