Todo el mundo detuvo unos minutos su actividad para escuchar a la China Suárez, que finalmente se animó a navegar por las profundidades de un tema escabroso como el Wandagate, del que forma parte como la tercera pata de un triángulo amoroso, a partir de su vínculo clandestino con Mauro Icardi, que configuró la infidelidad a Wanda Nara.
María Eugenia se sentó en un estudio con Alejandro Fantino, a quien eligió personalmente porque se sentía cómoda con el periodista, por eso le exigió a la plataforma Star+ que oficiara de entrevistador. Las expectativas se cumplieron a medias.
En una especie de paralelismo de la charla que desarrolló Wanda con Susana Giménez, la China tampoco profundizó en los detalles del escándalo, no describió por qué se enroló con Icardi a sabiendas de su matrimonio con Nara, ni tampoco especificó qué sucedió con el delantero en esa habitación caliente de París.
Dentro de una charla que navegó por diversos temas, Fantino intentó, giró en muchos ángulos, repreguntó, pero siempre se topó con una postura relajada y algo evasiva de Suárez. El conductor le encontró una arista picante, al preguntarle su opinión de la monogamia.
“¿Qué crees de la monogamia?”, asestó el golpe Alejandro. Con esa puerta abierta, María Eugenia, de quien se asegura que tuvo un affaire con Nicolás Furtado en el último tiempo de la relación con Vicuña, expresó: “Yo creo que no es natural”. Gran definición, que podría leerse como una justificación al accionar errático de Icardi.
En la continuidad del pensamiento de Suárez sobre los vínculos con exclusividad argumentó: “Es un tema que me ronda la cabeza hace meses. Creo que hay que prestar atención a las nuevas generaciones, que vienen con otra mente, no le ponen etiquetas, les gustan las mujeres y los hombres. Claro que nunca estuve 20 años con una misma persona, no lo podría decir porque no lo viví. Tengo sentimientos encontrados con la monogamia”.
Fantino redobló la apuesta y le consultó si le gustaría construir una pareja abierta, otra buena pregunta para tratar de inducirla al meollo, al centro del triángulo amoroso. Respecto a ese mecanismo de aceptar aventuras en la relación, la China opinó: “Si me lo cuentan no sé si me divierte tanto. Las reglas de las relaciones se ponen entre dos. Hay parejas que dicen que es un acuerdo tácito”.
Para dejar en claro su postura sobre la fidelidad, Suárez repitió: “Creo que la monogamia no es natural , no sé qué va a pasar a futuro. Creo que unos años te podés bancar con una sola persona y está todo bien”.
