Rodrigo Lussich es un libro abierto de anécdotas y en las últimas horas contó en Socios del Espectáculo lo que le pasó cuando decidió que era una buena idea pasar unos días solo en Playa del Carmen, en un all inclusive, antes de viajar a Estados Unidos a celebrar las Fiestas.
El plan se presentaba perfecto, sólo que, ateniéndose a la Ley de Murphy, absolutamente todo falló en ese viaje que Rodrigo todavía recuerda como las peores de su vida, empezando por el clima, que recién repuntó cuando llegó el momento de dejar el resort.
“Siempre estaba nublado, y yo todo blanco, y cuando me viene a buscar el transfer, había un sol de rajar la tierra. Entonces, ese día me instalé desde las 7 de la mañana en la pileta para aprovechar, chupando sin parar”, arrancó su relato el periodista, que en julio anunció su separación y pronto va a cumplir 50 años.
“A la una de la tarde tenía un pedo tísico, venía el transfer y yo tenía que hacer la valija rápido. Ese día la hice más rápido que nunca y en pedo. Llega el transfer, yo completamente zigzageando, en hora….”, siguió.
Lussich contó que, tras beber la copa de despedida, llegó al aeropuerto. Y que, luego de hacer el check in y de despachar su equipaje, decidió sacarse de encima los pesos mexicanos que le habían quedado.
“En eso me doy cuenta que me había dejado en la caja fuerte del hotel todos los dólares que tenía para todo el viaje. Tenía que volver, tenía un tiempo, pero no tanto… Busco rápido un taxi, salgo desesperado… Perdía las valijas, todo, ya las había despachado”, continuó.
Pero el calvario no terminó ahí: “El tipo avanzaba lentamente y en un momento toma una dársena para cargar combustible, todo era negro… Llego después de media hora al hotel, la habitación estaba cerrada y siento gente teniendo relaciones, y yo golpeando. Apareció un muchacho con una toalla, un Adonis…”.
“En mi estado etílico le explico que tengo que recuperar mi plata, el tipo hablaba en inglés. Finalmente, recuperé mi dinero y hasta me tomé la copa de despedida…. Llegué al aeropuerto y el avión estaba”, terminó el uruguayo su historia. Y concluyó: “Podés estar solo en un all inclusive”.
