Rodrigo Tapari experimenta un periodo de consagración, de total confirmación de su talento, a partir de la visibilidad que adquirió en la pista de ShowMatch. Claro que el talento inmenso para interpretar todo tipo de estilo musical lo empujó a maravillar al público.
El músico mantiene el perfil bajo, esa personalidad que se entrelaza con la humildad y nunca se sube a los elogios que recibe por sus increíbles capacidades. Siempre camina con un paso sólido, aplomado, con la sapiencia de lo que transitó hasta este éxito.
Rodrigo visitó el living de Los Mammones, el ciclo de América que conduce Jey Mammón, que se caracteriza por generar una atmósfera ideal para surcar por vivencias que no suelen exhibirse con cotidianidad en los medios de comunicación.
Y el programa lo hizo de nuevo, consiguió que Tapari abriera su corazón con un episodio de su infancia muy sensible, muy doloroso. El cantante se lanzó a narrar una noche fatídica, en la que el fuego se apoderó de la habitación en la que dormía junto a diez hermanos.
Rodrigo compartió las particularidades de ese accidente, que no llegó a una fatalidad: “Cuando nací éramos once hermanos, era muy complicado porque vivíamos en un cuarto todos juntos. Nunca conté esto, una noche mi papá, que nunca llora, una noche empezó a gritar fue la única vez que lo vi llorar”.
En la continuidad del relato, Tapari exteriorizó: “Casi se nos incendia la casa. Del frío que hacía quemamos los ladrillos y los envolvíamos en diarios y lo poníamos en la punta de los pies. Teníamos las ventanas rotas, una situación bastante complicada. Un hermano mío, Emanuel, calentó de más de tanto frío, y se prendió fuego por dentro el ladrillo. Los colchones que teníamos solo eran de goma espuma y se empezó a prender fuego el diario y agarró el fuego al toque”.
Respecto al desenlace, el participante de La Academia expresó: “Mi viejo tuvo la lucidez de agarrar una frazada, mojarla y apagar todo. Fue una locura, a mi me sacaron a rastras, me desperté después porque el humo te desmaya”.
