Invitado a Es por ahí, el programa de las mañanas de América que conducen Guillermo Andino y Soledad Fandiño, Roly Serrano habló de su vida, del trabajo, destacó su lucha contra la obesidad y recordó el día en que conoció a Gerard Depardieu en París.
Si bien el actor argentino comenzó la charla con un duro relato de su pasado, donde llegó a pesar 190 kilos tras la muerte de su esposa, momento en el que pasó por una gran depresión e intentó suicidarse. “Como no había logrado suicidarme, busqué otra manera de hacerlo, que fue comer y comer hasta explotar”, argumentó.
Gracias a Dios, y con la ayuda de Cormillot, logró dejar atrás esa triste etapa de sobrepeso y se abocó a lo que mejor sabe hacer: actuar. “Estuve al borde de tirarme al río y me pasó algo mágico. Siempre supe que tenía ángeles que me cuidaban, tuve muchos accidentes en mi vida y siempre salí ileso”, comentó Serrano.
Y a pesar de que nunca le faltó trabajo, Roly aún no renuncia a su gran sueño de trabajar en Hollywood. “A veces como sos latino te ofrecen ser narcotraficante, si hago de malo lo hago en mi país”, reconoció Serrano quien sí trabajó con figuras internacionales como Michael Caine cuando se puso en el papel de Diego Maradona.
Fue entonces que en diálogo con los conductores de Es por ahí, Roly contó al aire un divertido e inolvidable momento que vivió cuando estaba haciendo temporada con la obra Casa de muñecas de Chéjov en París y conoció personalmente al Gerard Depardieu.
"Gerard Depardieu me dio un abrazo de oso y me dijo que le había gustado mucho mi trabajo", recordó el actor de El Marginal.
“Yo estaba haciendo temporada y me vinieron a buscar después de la segunda función porque querían hablar conmigo. Entro a una sala y estaba sentado Gerard Depardieu. ¡Me meé encima! para mi es uno de los mas grosos”, empezó con su anécdota.
Y siguió: “me saludó en francés y me dio un abrazo de oso. Me dijo que le había gustado mucho mi trabajo. Me preguntó cuál era mi sueño como actor y yo le dije que interpretar a Cyrano de Bergerac, una obra que había hecho él y me dijo, usted seguramente lo haría mucho mejor que yo”.
