El nombre de Emmita resonó en todos los portales de noticias, programas de televisión y por sobre todo en las redes sociales. Y es que Emma Gammarra es una beba de once meses que se volvió viral por su complicado cuadro de salud.
La pequeña padece Atrofia Muscular Espinal (AME), y para poder continuar con su vida necesitaba del medicamento más caro del mundo, el cual tiene un valor aproximado de 2 millones de dólares.
Desesperados por conseguir aquel importe, sus padres comenzaron una campaña en las redes en donde pedían la colaboración de todos los usuarios, pero al tener poca difusión la cuenta bancaria no aumentaba en grandes cantidades.
Ante eso, se comunicaron con Santi Maratea, uno de los influencers argentinos más reconocidos, quien se puso el desafío al hombro y en tiempo récord y con la ayuda de grandes personalidades del mundo del espectáculo logró conseguir la exorbitante suma.
Con todos los papeleríos completados y los trámites en curso, Santiago volvió a utilizar sus historias de Instagram pero en esta oportunidad para contar la maravillosa noticia de que el medicamento ya estaba viajando desde Estados Unidos hacia Buenos Aires, en donde Emma recibirá su dosis.
Asimismo, será en esa oportunidad la primera vez que él conozca personalmente a la guerrera, y no dudó en mostrar toda su emoción: "Tengo una muy buena noticia, estoy sacado. Quiero demostrar mi felicidad. El martes que viene Emmita recibe su medicamento, está todo encaminado, el medicamento está volando a Argentina. El martes arranca una nueva vida para ella".
Cabe destacar, que la beba vive junto a sus padres en Resistencia, Chaco, por lo que viajarán los tres hasta Buenos Aires en donde se realizará el tratamiento: "El lunes vienen para acá. Estoy muy emocionado porque voy a conocer a Emmita. Estoy como ‘ay, cómo será’. Muero por ese momento".
"El lunes vienen para Buenos Aires Emmita y sus papás. Estoy muy emocionado porque voy a conocerla. Estoy como ‘ay, cómo será’. Muero por ese momento"
Sin embargo, divertido, Maratea confesó uno de los problemas que tiene con los más chiquitos y que por culpa de la pandemia no sabe si podrá tocar a la niña: "Tengo que admitir que aunque pueda tocar a Emmita por el tema del covid, a mí me da miedo que se me caiga. Soy de la gente que le da terror agarrar bebés y caerme".
Asimismo, aclaró que estaba preparado para comenzar a ayudar a otras personas y convocó a todos sus followers a que lo apoyen en la siguiente misión: "La otra buena noticia es que ahora me puedo encargar de otra causa, me prometí no hacerlo tan rápido para cuidar mi paz mental, pero cualquiera que necesita la ayuda de DyD (drogadictos y disciplinados, como llama a sus seguidores) ya estamos de vuelta".
