No sólo el fútbol. El mundo del deporte en general está conmovido hasta lo más profundo de sus entrañas después de asistir a la conferencia de prensa en la que Sergio Agüero anunció que se retira de la actividad profesional aquejado por una dolencia cardíaca.
Con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada por el llanto, el delantero argentino confirmó lo que ya se venía especulando y sacudió a propios y extraños -acostumbrados a verlo siempre alegre, divertido y "jodón"- por su infinita tristeza y su sincera angustia.
Esta vez, de la boca del goleador no salieron palabras como "vamo a jugar", "perrito malvado" o "dale perri", esas que se le volvieron una marca registrada de sus apariciones cada vez más frecuentes en la plataforma "Twitch".
Sí se escucharon sollozos, una evidente dificultad para manifestarse y quizás el deseo de que todo fuera parte de un mal sueño y no de la realidad. Pero es cruda y dolorosamente cierto: ya no habrá más "Kun" en los campos de juego.
Acompañado por el presidente del Barcelona, Joan Laporta, al atacante le costó horrores hilvanar las primeras palabras. Apenas saludó a los periodistas que fueron a escuchar su testimonio más que a hacerle preguntas, se quebró y ya no pudo seguir hablando con normalidad. Con la cabeza gacha, la mirada perdida y el ánimo destruido, Agüero se expresó como pudo.
"Hago esta conferencia para anunciar que dejó de jugar al fútbol, ¡La concha de su madre! Había pocas posibilidades de seguir y me aferré, pero lo mejor es esto", dijo el un entre lágrimas.
"Bueno gente, acá estamos", dijo a la carrera. Sin mirar demasiado a la gente, sacó fuerzas de donde no tenía para agregar "hice está conferencia para anunciar que dejo de jugar al fútbol.... ¡la concha de su madre!".
Ese insulto, quizás la expresión de desahogo y desagrado más argentina que exista, fue el claro reflejo de lo que pasaba por la mente y por el alma del Kun. Fastidio, enojo, dolor, malestar, bronca, encono. Ya llegará, pero por ahora no es momento de agregar el término resignación a esa lista.
"Hice todo lo que pude y aposté por una de las pocas chances que se me presentaban, pero no, no es posible seguir", se lamentó Agüero, que recordó que "desde que tengo 5 años o desde que me acuerdo que siempre soñé y quise jugar al fútbol".
En otro momento se permitió mirar para atrás y destacar algunos momentos de su exitosa carrera deportiva. "El gol que le hice a Racing jugando para Independiente, la Europa League con el Atlético Madrid también fue una buena época y el gol al Queens Park Rangers para el Manchester City".
Ese tanto, convertido a los 93 minutos, les dio a los "Ciudadanos" su primer título de la Premier League inglesa en 44 años y relegó al segundo lugar a sus rivales de ciudad, los "Diablos rojos" del Manchester United.
Agüero arrancó su carrera profesional en Independiente, donde debutó en primera a los 16 años pues era considerado "el niño prodigio" de las inferiores del club. Luego pasó al Atlético Madrid, de donde fue transferido al Manchester City. Tras una década allí, fue contratado por el Barcelona.
Llegó a jugar muy poco (le hizo un gol al Real Madrid en el último clásico que no sirvió para evitar la derrota) y en medio de un partido sintió un dolor muy fuerte en el pecho. Fue reemplazado y desde entonces no jugó más. En el seleccionado argentino hizo "mil goles" y fue el mejor compañero y amigo de Lionel Messi, quien también está conmovido el día de hoy. Como todo el mundo.
