Sorpresivo e inesperado. Nadie sospechaba que se produciría un viraje tan profundo en su apariencia. Wanda Nara sacudió las redes sociales, y la opinión pública, al dejar atrás su tradicional tinte rubio en la última semana. Una decisión llamativa y que activó el interrogante.
Sin previo aviso, la influencer saltó a su cuenta de Instagram para gritarle al mundo, y a sus millones de seguidores, que ya no sería una blonda. Con esas fotos y videos, la ex de Mauro Icardi generó un alto impacto, porque cuesta pensar en ella como morocha.
No obstante, algo la motivó, algo la motorizó a llevar a cabo semejante mutación. Muchos conjeturaron que se fundamentaba en una búsqueda por iniciar una nueva etapa, esa que se abrió en su sendero con la separación definitiva de Mauro Icardi.
Pero evidentemente, la determinación de exponer su cabellera a otro tinte no se relacionaba con lo sentimental, sino con lo económico, con esa pulsión por facturar que late en el interior de Wanda. ¿Cómo? Sí, la empresaria de cosméticos abandonó el rubio por una razón comercial.
De hecho, la propia Nara explicó los motivos y rompió con el misterio al especificar toda la verdad detrás de este asunto. En contraposición con esa teoría que circuló sobre un deseo de emular a la China Suárez, la hermana de Zaira Nara contó las razones ciertas.
Esta revelación se produjo en Instagram (¿dónde si no?), dado que la influencer se apoyó en un posteó de una cuenta que preguntaba a los usuarios qué versión preferían, si a la Wanda rubia o a la hoy luce un castaño oscuro e intenso.
Ahí, Nara escribió para disolver todas las incógnitas: “Me quedo morocha para la publicidad y la peli. Después quizá vuelve la otra Wanda”. Con esa escueta frase, la mediática dejó en claro que trabajó para una marca y sobre todo sorprendió al deslizar que actuará en un film.
