Otra víctima que se cobra el Wandagate. Otra derivación de aquel engaño mayúsculo y mediatizado de Mauro Icardi a su esposa con la China Suárez. En este caso, Zaira Nara no pudo recomponer la caída de la confianza con su marido Jakob Von Plessen y terminó por oficializar la separación.
Como un efecto contagio, la modelo emuló la decisión de su hermana Wanda Nara de utilizar las redes sociales para gritarle al mundo que se desmoronó su pareja, que aquella complicidad de su esposo con Icardi para oficiar de campana en el encuentro clandestino con María Eugenia dañó el vínculo.
Durante meses se abordó la crisis amorosa de Zaira, sobre todo a partir de los múltiples indicios que ella misma generó con publicaciones en las plataformas digitales en los que corroboraba que no vivía más con Jakob, que se había mudado al departamento de Núñez de su hermana.
Siempre intentó bajar el perfil, eludió las preguntas de los cronistas, procuró guardar bajo siete llaves las discrepancias, la transmutación del sentimiento y recién ahora se animó a contarlo, a comunicarlo para ponerle un cierre definitivo a esta relación de más de ocho años.
Nara saltó a su cuenta de Instagram para escribir unas líneas sencillas, simples, que suenan con enorme similitud a las que posteó Wanda hace unos días para confirmar la separación con Icardi. Así, con ese método, la ex La peña del morfi ratificó que ya no camina más a la par con Von Plessen.
“Después de ocho inolvidables años compartidos, decidimos separarnos y darle otra forma a esta familia, manteniendo la amistad y el amor por nuestros hijos que nos unirán para siempre”, publicó Zaira en una storie de su perfil digital.
En la misma sintonía que su hermana, la morocha exigió que la comprendan, imploró por cierto decoro de los medios y de los usuarios de redes sociales al especificar: “Espero que sepan entender y respetar este momento familiar. Gracias, Zaira”.
