Alerta spoiler: el texto que escribiremos a continuación estará lleno de diminutivos. No porque la historia sea pequeña, sino porque sus protagonistas son menores de edad. Son chiquitos. Jovencitos. Ni más ni menos que eso. Sol Cwirkaluk, la hija de Karina La Princesita y el Polaco, tiene un noviecito. El primero de su vida. Y como él publicó una serie de fotos juntos, vale la oportunidad para darles un repaso y conocerlo, al menos, un poquito.
Sol tiene 13 años. Empieza a transitar la adolescencia, esa etapa en la que todo se vive con intensidad y sin términos medios. Hace poco, en LAM, debutó como cantante en duo con su mamá. Además de mostrar que tiene una voz muy suavecita, contó que imagina un futuro vinculado con esa actividad artística.
Pocos días después, sorprendió al "mandar al frente" a la madre (contó que para ella, Karina estaba enamorada, tras lo cual a ella no le quedó más remedio que blanquear el romance) pero sobre todo por contar que ella también tenía "alguito" con alguien. Sentía las primeras maripositas en la panza.
Poco a poco se fueron conociendo datos del muchachito en cuestión. Se llama Santino Marinelli y hace poco se abrió su cuenta de Instagram. Allí, a tono con la época, se mandan "mensajitos" de amor y se hacen "mimitos" virtuales. Lo que antes se ponía en cartas ahora se escribe en el "feed".
Santino subió un par de fotos juntos y ella se las comentó con palabritas tiernas y almibaradas. "Te amo" le regaló Sol, mientras que él había bromeado un poco al decirle "Fea". En el Instagram de ella, en cambio, Santino le comentó casi todas las fotos con una tonelada de elogios. "Diossss, no das más de linda", "miamorrrr", "me enamoré" o "la más hermosa" fueron las frases que lo convirtieron en un osito cariñoso.
Hasta ahora, ni Karina ni el Polaco se manifestaron acerca de la relación. Los dos bancan a muerte a su hija y siempre se babean cuando hablan de ella. La apoyan en sus proyectos y se les iluminan los ojos al referirse a su nena. Usen o no diminutivos, para ellas es un Sol. Y cuando esté feliz, seguramente brillará más que nunca.
