No es la primera vez que La China Suárez se ve involucrada en escandalosos triángulos sentimentales, que es acusada de coquetear, salir y "quedarse" con maridos ajenos, ni tampoco es el único caso en el que se vincula su intimidad más profunda y efervescente con olores y fragancias de dudoso gusto. Ya pasó algún tiempo atrás, y también hubo bochinche nacional. Recordemos.
Sucedió mucho antes de que Angel de Brito manifestara la existencia de un "aroma extraño" como el motivo que impidió a Mauro Icardi "concretar" con la actriz durante el encuentro clandestino que protagonizaron en la lujosa habitación de un exclusivo hotel parisino: en 2015, alguien ya había hablado de la baranda que penetró en sus fosas nasales cuando encontró a la China y a un hombre prácticamente sin ropa. "Alguien" no: fue Pampita, nada más y nada menos.
Una noche, alertada por los rumores que decían que "pasaba algo" entre la China y Benjamín Vicuña, por entonces su marido, la modelo irrumpió de golpe en la filmación de La Película "El hilo Rojo" y pateó la puerta del "motorhome" donde supuestamente descansaban el galán trasandino y la rompecorazones argentina. Un par de horas después, Pampita confesó haber observado, en ese momento, "lo peor que puede ver una mujer".
Acorralada por la prensa, la China ensayó una endeble defensa. Contó que fue sorprendida por "esta mujer" -porque en circunstancias así nunca se dice el nombre de "la rival"- mientras estaba recostada, tomando aire y en pleno ejercicio de relajación, cubierta por "una manta de Nepal" y efectivamente "comiendo", pero no la boca del chileno sino a una simple y sabrosa palta. Un poco balbuceante, dijo que la morocha estaba sacada, fuera de sí, y que además de pegarle cuatro gritos intentó también pasar a la agresión física.
Pampita estalló de furia y no dudó en contactarse con sus periodistas más cercanos para dar a conocer su versión de los hechos. Fue entonces que escribió el famoso chat que todavía hoy se recuerda como uno de los momentos más calientes en la historia farandulera. Angel de Brito (igual que ahora) y Jorge Rial fueron los principales bastoneros de aquel megabochorno.
"Manta de alpaca con 40 grados, ¡La noche más calurosa! Estaban solos. Al fondo. El estaba arriba de ella. No había gente en la motor. Recuerden la temperatura del viernes a las dos de la mañana por favor. Un calor infernal. Había olor a sexo y transpiración. Un asco. El lo tapó? Jaja... A ella solamente la miré sarcástica una vez. Y le dije a él "¿Esta es la puta de turno?". En toda la discusión ella se quedó en la cama tapándose las tetas", escribió Pampita aquella vez.
"Olor a sexo y transpiración. Un asco" puso Mauro Icar... Perdón, puso Pampita. Pasa que por ahí quisieron decir lo mismo y de ahí la confusión.
