Con su casamiento, Natalia Lobo demostró que le gusta hacer las cosas a su manera. Así, la actriz deslumbró con su vestido de novia diseñado por Benito Fernández y la mega fiesta que organizó para dar el sí con Ariel Polaco, luego de seis años de relación, a los 52 años.
De esta manera, Natalia cambió su estado civil por primera vez, dado que nunca se había casado hasta ahora, cuando sintió que la vida la llevaba a dar un paso más con su pareja después de vivir un cuadro muy complejo de salud por el que tuvieron que quitarle 25 centímetros de intestino.
“Sentí que la muerte estaba cerca y él me acompañó y se asustó mucho. Y cuando salimos del médico, dos días antes de operarme, llegamos a la esquina y me dijo: ´Cuando termine todo esto, basta, nos casamos´”, le contó Nati a Pía Shaw en El espectador.
“Le dije que sí, lo abracé y fue un momento en donde sentí que la Tierra se abre, de mucha unión y potencia”, agregó. Sin embargo, que hayan formalizado no significa que vayan a seguir los cánones establecidos, al menos, por ahora, dado que Lobo aclaró que no van a convivir.
¿La razón? Su hijo adolescente, Inti. Así lo explicó ella: "Tengo un hijo que me necesita, Inti tiene 19 años y la idea es seguir viviendo con él y tener dos casas. Voy a ir y venir con un carry on, como una gitana. La casa de Ariel también es mi casa pero cada cual va a conservar la tuya y yo voy a estar yendo y viniendo”.
“Ya estoy re acostumbrada. Será así por un tiempo, porque todo va mutando. Por ahora Inti me necesita, yo lo necesito a él y lo quiero ayudar a que salga al mundo. Igual vivimos cerca y está todo perfecto así", cerró. ¡Entendió todo!
