En el inconsciente colectivo quedaron impregnadas decenas de situaciones de Ricardo Fort, un hombre que ganó notoriedad con sus excentricidades, sus locuras, su verborragia y esa capacidad de exhibirse con total tranquilidad con su vida de extremos lujos.
Dentro de sus comportamientos particulares, el mediático ostentó una y mil veces su amor por una línea de vehículos de otra galaxia, los Rolls Royce. De hecho, se manifestaba fanático total, a pesar del valor exhorbitante y en moneda extranjera.
"No me lo sacan ni con una tenaza", exclamó Martita.
En la última semana, Rodrigo Lussich saltó a la arena de su segmento Los escandalones con una información sensible, que refiere a la intención de Martita Fort, y su hermano, de poner a la venta el modelo Phantom 2010, que cuenta con televisores, un cielo estrellado, más de 400 caballos de fuerza y puertas automáticas.
El automóvil dispone de una valuación que se estima ronda entre los 500 y 700 mil dólares, una cifra sideral. El periodista uruguayo aseguró que los herederos del comandante analizan con fuerza desprenderse de este artículo de lujo.
Hace unas semanas, Martita exhibió en su cuenta de Instagram una foto del Rolls Royce, al que le habrían realizado un service para ponerlo a punto. En la publicación se la ve a la joven, con su hermano y dos amigos parados en la Avenida Maipú, en Vicente López.
Lo cierto es que mientras Lussich hablaba del tema en el ciclo de América, Martita saltó a su plataforma para dejar en claro que no desea vender el auto y de paso desmentir la data que transmitió el uruguayo.
Con mucha vehemencia, virulencia y contundencia, la hija de Ricardo bramó: “No me lo sacan ni con una tenaza”. De esta manera desactivó las versiones y tranquilizó a los fanáticos del mediático que la bombardearon para pedirle por favor que no suelte ese mítico vehículo.
