María Fernanda Callejón y su ex marido, Ricky Diotto, están en conflicto por la casa que tienen en común en un country en Pilar. Y ese es el eje central de un divorcio que se demora en el tiempo.
La relación entre María Fernanda y Ricky está rota hace un tiempo largo, pero a pesar de los rumores la actriz no oficializaba la ruptura por dos grandes intereses: Por un lado, Giovanna, la hija de ambos, de ocho años, y por el otro la lujosa casa donde viven.
Callejón y Diotto se mudaron a la imponente residencia hace pocos años, después de transitar un embarazo y los primeros años de la nena en un departamento de tres ambientes en la zona de Colegiales. Con ansias de disfrutar del verde y ampliar las dimensiones, la pareja logró cumplir el sueño de aislarse de Capital Federal en la búsqueda de un nuevo estilo de vida.
Pero ese cotidiano, rodeado de árboles, con un gran parque y una lujosa propiedad de grandes dimensiones es lo que hoy los tiene en conflicto. Porque Fernanda no se quiere ir del lugar y Ricky tampoco, por eso continua la convivencia, también a pesar de las versiones que indican que el músico rehizo su vida sentimental.
"Ellos se quieren. El conflicto es el tema de la casa. Me cuentan que ella no se quiere ir, y él tampoco. La verdad es que los dos tienen derecho y hay una niña", contó Karina Iavícoli en Socios del espectáculo.
La propiedad del conflicto, de uns sola planta, tres dormitorios y un enorme jardín con pileta, tiene el comedor unificado con el living que incluye una cocina totalmente remodelada, está equipada con muebles vintage, lluminaria con estilo oriental y una galería con una gran parrilla y mesa para recibir a muchos invitados.
