El Wandagate no se diluyó, tampoco se esfumó, ni se terminó. Todavía quedan cenizas latentes, que emanan un calor para estirar el escándalo con nuevos episodios, con otros capítulos candentes de ese engaño tremendo de Mauro Icardi.
La pasión desenfrenada, y clandestina, que el futbolista concretó con la China Suárez en la oscuridad de una habitación de hotel en París subsiste en la cotidianidad de Wanda Nara. A pesar de todos los meses que transcurrieron de la noche de la infidelidad.
Resulta que recientemente Yanina Latorre reveló que María Eugenia y el delantero volvieron a chatear, que otra vez se cruzaron en un diálogo hot por WhatsApp. Incluso, la panelista de LAM contó: "El fin de semana La China le volvió a escribir a Mauro".
Parece que la ex de Benjamín Vicuña retornará a Europa en dos semanas y probablemente intentó reconstruir la conexión con Icardi para coordinar otro encuentro fogoso. Lo cierto es que Nara lo atrapó infraganti y descubrió las pruebas de la conversación.
En todo ese contexto, Wanda y Mauro procuraron exhibir una imagen de armonía, de felicidad absoluta en ese matrimonio reconstruido y saltaron al unísono a postear fotos íntimas, en las que se brindan besos románticos y se destinaron mensajes cariñosos.
Icardi escribió en su posteo: "Feliz Día Internacional del Beso. 13.04.2022". Todo normal dentro de esa dinámica peculiar de la pareja, pero lo llamativo llegó a los minutos. El amigo íntimo de Wanda, Kenny Palacios, que oficia de su estilista personal y suele vivir largos periodos en la casona de la familia saltó con una declaración explosiva.
El peluquero se le ocurrió comentar: “¿Nos hacemos una igual?”. Sin tapujos, Kenny mostró sus intenciones de entrelazarse en un beso con Mauro. Por el momento, la influencer no se explayó al respecto.
