En la cruzada que parece haber iniciado contra una serie de periodistas a los que antes consideraba acertados y ahora rechaza con todas sus fuerzas, Alfredo Casero encontró la aliada menos pensada: Esmeralda Mitre, quien pugna por ingresar al directorio del diario La Nación, salió a darle una contundente voz de respaldo y reiteró sus ataques a Luis Majul, protagonista de un bochornoso episodio con el humorista en el canal de la empresa, La Nación+.
Hace 10 días Casero fue invitado una vez más al programa que Majul conduce en esa emisora, el mismo que lleva hace años por los distintas señales de aire y de cable: La Cornisa. En un momento, sufrió una especie de estallido emocional, golpeó fuerte la mesa con su puño y tras el estruendo que provocó ese golpe se levantó, les gritó a los integrantes de la mesa que eran "cómplices de lo que está pasando en este país" y se terminó yendo, en medio del bochorno.
Hay que decir, para contar el cuento completo, que si bien Casero ya venía con los ánimos crispados reaccionó de esa forma después de que Majul le jugara una especie de cargada o de burla hablándole con una voz impostada y medio rara. Incluso, el actor se tomó unos segundos, lo miró respiró profundo, pero en vez de aguantarse decidió sacarse las ganas y cantarle las 40.
Desde entonces se generó otra especie de "grieta": los que están a favor de los periodistas porque "descubren casos de corrupción y dicen las cosas que de otra forma se callarían" y aquellos que se pusieron del lado de Casero porque "al final son tibios que se llenan de guita tanto como los políticos, y lo único que hacen es hablar porque resolver no resuelven la nada".
Esmeralda Mitre, que de ninguna manera es una "jugadora más" en este partido, decidió ingresar a la cancha, patear definitivamente a favor de Casero y dejar en orsay a Majul, después de haber hecho lo mismo varias veces con otro hombre fuerte del canal, Alfredo Leuco. Cuando un usuario le dijo que Casero estaba enojado con La Nación, ella respondió "Tiene toda la razón del mundo. Habría que contarles a los periodistas que están en un diario que toda la vida fue un ejemplo y hoy ya no lo es".
Más adelante, completó su idea con un contundente "Como dije, no saben dónde están ni con quien estaban tratando. ¡La cultura cambia un país! Sepan quién es Alfredo Casero". Para que no quedaran dudas hacia quién iba dirigido su misil, Esmeralda arrobó a Luis Majul. Si finalmente se consuma su ingreso al directorio de la firma... ¡Agárrense de las manos!
