Sebastián "El Pollo" Vignolo es mucho más que un muy buen relator televisivo. Es, sin ningún lugar a dudas, uno de los periodistas futboleros top de la actualidad. Si no es el más importante de estos días pega en el palo: comparte el podio con Gustavo López, Toti Pasman, Diego Latorre, Mariano Closs y algunos más, pero no muchos.
Sus frases se volvieron parte del vocabulario popular ("¿Y si te llama Román?", "No lo cante, no se abrace, no lo grite", por ejemplo) y dos misterios sobrevuelan todo el tiempo sobre él. De qué cuadro es hincha -él dice que es de All Boys, pero hay dudas- y el más importante y fuerte: qué pasa con su mano izquierda, a la que nunca saca del bolsillo.
Créase o no, Vignolo jamás mostró su extremidad aunque lleva casi 30 años de carrera en la radio y en la televisión. Esa costumbre y esa conducta generaron un sinfín de sospechas y una cantidad increíble de disparatadas teorías, sobre todo desde que las redes sociales potenciaron el suspenso y transformaron al Pollo en un personaje del fútbol tan importante como el Muñeco Gallardo, Juan Román Riquelme, Julio César Falcioni, Licha López, el Pato Toranzo o "Los Romero".
Así las cosas, Vignolo protagonizó uno de "los pases del 2020" al dejar Fox Sports para desembarcar en ESPN: el canal propiedad de la compañía Disney decidió armar un "seleccionado de periodistas" y se llevó a su elenco a los mejores de todos, o si se quiere a los más conocidos. En esa emisora, el "Pollo" lidera las dos tiras diarias de F90 (de 13 a 15 y de 19 a 21) y el ciclo nocturno Equipo F.
Uno de sus compañeros más picantes es Oscar Ruggeri, quien se luce en la tele después de ganar todo lo que podía obtener como jugador (incluyendo el mundial de México) y hacer una opaca carrera como entrenador. El Cabezón siempre bromea con Vignolo, al punto de que en las redes sociales se ha vuelto una costumbre escribir "Posho" para dar a entender que el que lo nombró fue él, ya que alarga las "eses" al hablar.
Y fue Ruggeri, precisamente, quien volvió a chicanear al Pollo con la cantidad de preguntas que le hacia la gente, en Twitter pero también en la calle, acerca de su mano izquierda.
"Yo les digo que la tenés perfecta, que no te falta nada, ni un dedo, ni nada, que la movés sin problemas, pero la gente quiere que la muestres de una vez. A ver si tenés seis dedos", le dijo al aire. Vignolo no eludió el tema. Prometió sacarse la mano izquierda de bolsillo "el 28 de diciembre". Sí, en el día de los inocentes. Nadie le creyó.
Entre las "miles" de elucubraciones que se tejieron en las redes sociales a lo largo de los años figuran que tiene "un muñón", que le faltan algunos dedos, que sufre una deformación, que no la puede mover de manera normal, y hasta Flavio Azzaro, otro reconocido periodista deportivo, arriesgó que la tapa porque tiene tatuado el escudo de Boca, club con el que muchos lo relacionan. Nada de eso: las dos manos de Vignolo son cien por ciento normales.
