A finales de junio, Pepe Cibrián se casó con Nahuel Lodi, un joven de 32 años, a unas pocas semanas de conocerlo por Tinder. Con una súper fiesta de 200 invitados, Pepito y Nahuel dieron el sí, aunque amigas del artista, como Georgina Barbarossa, lo criticaron. Lo cierto es que la felicidad les duró menos de un mes.
Porque el viernes 22 de julio, en Intrusos mostraron un video en el que se veía al flamante esposo del artista a los besos con otro hombre en un boliche. Al parecer, las imágenes eran de la fiesta de despedida de soltero de Nahuel; sin embargo, para Pepe no hubo vuelta atrás y lo invitó a retirarse de la casa.
“Me shockeó mucho verlo en el video en esa situación particular”, dijo Cibrián, en diálogo con Implacables, y agregó: “Al enterarme, le pedí a alguien que hablara con Nahuel y que se fuera, que no tenía más nada que hablar porque no hay una solución para esto”.
Rodeado de sus perros y refugiado en su casa, Pepe escribió días más tarde un fuerte posteo que compartió en su cuenta de Instagram con el título “Dictaduras”, en el que señaló a los medios por divulgar las imágenes que alguien hizo llegar y fulminó a su ex.
“Durante las más terribles dictaduras se premiaba a aquellos que delataran a padres, hijos, vecinos. Ciertos medios son similares a dichos despreciables sujetos. Delatan. Se arrogan el derecho a destruir hogares, vidas, familias, sólo por el hecho de un beneficio”, arrancó.
“Esto lo vemos diariamente. También hay gente que disfruta ser el objeto de delación. Tan miserables como el otro. Obviamente, al ser público uno corre el riesgo de ser destinatario de estos oscuros personajes”, siguió.
“Pero hoy la tecnología hace que se viralice de forma instantánea un hecho y todos los medios que se hacen partícipes de dicha noticia, lavándose las manos y escudándose en el libre derecho a expresarse. ¿Dónde termina ese derecho?”.
“No me hace falta preguntarme si yo he sido víctima de este sistema porque la respuesta sería sí, la respuesta sería a que debido a ello se destrozan vínculos, se agrietan amistades y hace que nuestro cuerpo se defienda con cánceres y fracturas por no poder asimilarlo”, indicó.
“Vivo en esta sociedad y convivo con estos personajes, desprecio su accionar y me siento orgulloso de mis convicciones, de pelear por ellas. No me siento orgulloso por salir en primera plana debido a algún conflicto personal cuando de lo que se debería hablar es de alguna obra mía”, avanzó.
“Lo malo es que lo logran, que logran su objetivo, pero seguimos viviendo, seguimos siendo éticos los que lo somos y seguimos luchando por un mundo mejor. Del resto, que se hagan cargo los otros”, cerró Pepe Cibrián.
