A fines de 2020, una noticia sacudió el universo de la radio. Una de las líderes, Metro 95.1 comunicó que se desprendía de sus máximas figuras, aquellas que construyeron el éxito de la señal. Así, el emblemático ciclo Perros de la calle estacionó en su final.
Claro que inmediatamente, Andy Kusnetzoff se movió rápido en el mercado y consiguió una nueva casa, Urbana 104.3, a la que también arribaron Matías Martín y Sebastián Wainrach. Pero en la atmósfera se instaló un halo de bronca por el modo de la despedida.
El conductor de PH se llamó a silencio por un periodo y ahora decidió describir toda su verdad, todo lo que le generó el despido incomprensible de Metro. Así, el animador soltó varios títulos importantes, que arrojan luz.
"Mi despedida de Metro fue un poco traumática, porque tuve que despedirme en una hora. Me pareció injusto para mí y para el oyente”, opinó Kusnetzoff.
En una entrevista con La Nación, Andy explicó cómo transitó por esa ruptura con la emisora: “Mi despedida de Metro fue un poco traumática, porque tuve que despedirme en una hora, lo que me hubiera gustado que fueran tres semanas. Así que hice lo que pude. Me pareció injusto para mí y para el oyente también”.
A la hora de ahondar en esos días decisivos y en el desarrollo de los hechos, Kusnetzoff aseveró: “No quiero entrar en detalles de algo que ya fue, pero me parece que me merecía otro tipo de despedida. De mis compañeros sí me pude despedir. Pero más que nada de los oyentes, del lugar, de la radio en la que estuve 19 años”.
Dentro de ese episodio triste, doloroso y angustiante, Andy consiguió conservar el histórico nombre del programa, una batalla compleja. Respecto a esta circunstancia, el comunicador detalló: “No fue fácil. Fue parte de la disputa. Pude negociar despedirme en una hora y llevarme el nombre. Le iba a poner ‘Día de perros’, pero después dije: ‘Estoy tratando de acercarme a algo de lo que soy'”.
Para cerrar, Andy se refirió a la continuidad de un ciclo histórico: “Fui, soy y seré un perro de la calle. Es como continuar esta suerte de epopeya, que empezó en 2002. Me gusta que esté montado sobre la historia y los cambios son parte de lo que hace que uno pueda seguirla”.
