Una travesía en la nieve para despejar, para jugar con ese entorno natural tan maravilloso e imponente se transformó en una película de terror, en cuestión de minutos para Vero Lozano. Una negligencia y una serie de infortunios la sumieron en una tragedia.
La conductora de Telefe cayó desde siete metros de altura de la aerosilla en la que se movía por las laderas de Aspen, ese centro de ski tan aspiracional que se ubica en Estados Unidos. Las imágenes de su golpe estremecieron a todo el mundo.
Aferrada al fierro del medio de locomoción, literalmente colgada del aire y de la nada, con un abismo blanco abajo de su humanidad. Así estuvo Lozano, que no pudo aguantar el dolor y se soltó para estamparse contra la nieve, un impacto descomunal.
Afortunadamente solo sufrió la fractura de uno de sus tobillos e incluso rápidamente se mostró muy animada, con buen semblante a través de las publicaciones en sus redes sociales para transmitir tranquilidad. Claro que algo más influyó en esta especie de milagro.
Este lunes, Verónica salió en su programa de Telefe, donde describió de manera muy detallada cada uno de los eslabones de su accidente, de todos los factores que incidieron y también emanó los sentimientos que borboteaban en su sangre en esos momentos aciagos.
Así, con honestidad brutal, la conductora reconoció que temió por el peor desenlace: “Sentía que me estaba por morir realmente. Veía y escuchaba todo. Anita gritaba y la instructora me decía ‘aguanta’. La gente gritaba”. Una declaración desgarradora.
Hasta que Lozano aseguró que tuvo la colaboración de un ser intangible, de un espíritu que la ayudó a superar esa tragedia y relató su experiencia sensorial: “La virgen me protegió. Sentí que estaba en manos de Dios. Gracias a Dios, tengo perseverancia y entrenamiento sino no sé qué hubiera pasado”.
