Sin dudas, hay un antes y un después en la vida de Andrea Rincón. Si bien lleva un tiempo sin consumir drogas, la propia actriz ha manifestado que es una lucha diaria que lleva adelante. Y mientras incursiona en la conducción reemplazando a su amigo Gastón Pauls, la ex Gran Hermano contó cómo es su presente y su día a día.
Contenta con la oportunidad y confianza que le dio el actor al pedirle que lo cubra mientras viaja por trabajo en Seres libres, el clásico programa de Crónica TV que brinda entrevistas y testimonios de famosos que pasaron por distintas adicciones, la ex vedette sorprendió al dar detalles de su nuevo camino en la fe.
“Todos los días sigo diciendo "solo por hoy". Siempre creo que la manejo, tengo mis herramientas, pero a veces estás más fuerte y otras más débil. Conozco personas que estuvieron 30 años limpios, les falleció el padre y se la pegaron y se murieron. Entonces, entendés que nadie está exento. Siempre estoy alerta y me doy cuenta de que a veces la adicción muta, y quizá voy por el chocolate”, expuso.
“Somos frágiles y tapamos con distintas cosas. Está bueno escuchar y darse cuenta, despertar al que está dormido, aportarte conocimiento y más herramientas. Por eso me gusta tanto Seres libres, porque muchas personas dan su testimonio, y muchos son referentes”, siguió Andrea en diálogo con La Nación.
En cuanto a su presente, lejos de los escándalos mediáticos, abocada a su carrera de actriz y continuando con su lucha, Rincón repasó: “Voy a la Rock and Pop todos los días, de 9 a 13, hago terapia y entreno casi siempre. Algunos días doy charlas y otros voy directo a la Casa del Niño en Virrey del Pino, un lugar hermoso que conocí colaborando con Fundación SIPAS”.
“Y desde hace tres años, desde que conocí al pastor Emanuel, los domingos voy a la iglesia. El hace cosas increíbles. Después de eso paso a almorzar con mi abuela y mi tío porque viven cerca y de ahí me vuelvo para mi casa. Me hizo bien acercarme a Dios. Dios me salvó la vida y entendí que si hubiese agarrado la Biblia antes, tal vez no me pasaba todo lo que pasó”, reconoció Andrea.
"Desde hace tres años los domingos voy a la iglesia. Dios me salvó la vida y entendí que si hubiese agarrado la Biblia antes, tal vez no me pasaba todo lo que pasó", confesó la actriz.
“De todas maneras, yo tomé la comunión aunque hay un montón de cosas con las que no comulgo de la Iglesia. Pasa que a la Iglesia Católica la hizo mierda el hombre. Pero cuando empecé a leer la Biblia, me di cuenta de que es como el manual de instrucciones de cómo vivir. Para estar tranquilos y no tener que anestesiarte hay que orar. Lo hago todas las noches y todas las mañanas. Creo en Jesucristo, en el Espíritu Santo, en Dios, y me hace bien”, cerró.
