A partir del preciso instante en que clausuraron para siempre su historia de amor, con ese sorpresivo anuncio en redes sociales, Benjamín Vicuña y la China Suárez modificaron su vínculo a otro tipo de configuración, en la que ahora se destacan las rispideces.
La crianza en conjunto de Magnolia y Amancio dista de teñirse por la armonía, la concordancia y el respeto. De hecho, se filtraron diversas fuentes que aseguran que solo se comunican a través de la frialdad de un mail y por intermedio de abogados.
En ese panorama conflictivo, María Eugenia lanzó varios dardos explosivos, como aquel posteo en Twitter en el que bramaba que se ocupaba las veinticuatro horas en cuidar a sus hijos, mientras su padre realizaba largos viajes de esparcimiento por el mundo bajo el escudo de obligaciones laborales.
En definitiva, la blonda tildó, de cierta forma, de mal padre a Benjamín. En las antípodas de fogonear esa acusación, el chileno optó por evitar referirse de manera pública a su ex pareja. No obstante, este fin de semana edificó un mensaje encriptado que luce a una misiva a la modelo.
Resulta que la China dejó todo, le entregó sus pequeños a Vicuña y se sumergió en un avión para experimentar las mieles de una escapada romántica con su nuevo novio, el joven cantante Rusherking. Así, los tortolitos nadan en las cálidas aguas del Caribe en Playa del Carmen.
Tras varios contenidos que subieron los dos enamorados en las plataformas digitales, se produjo una reacción de Benjamín. El trasandino publicó una foto con Magnolia, una imagen poderosa en la que se transmite el amor de padre e hija y que muchos interpretaron como un mensaje para la China, como una manera de graficar que su paternidad es excelente.
