En la mañana del martes 5 de julio murió Cacho Fontana, quien dejó una estela de éxitos en su haber y un estilo inconfundible en el hacer radial y televisivo, una carrera que arrancó en 1950, con su debut ante los micrófonos.
“Con seguridad”, era el latiguillo que ya forma parte de la memoria colectiva y que Fontana repetía en Odol Pregunta, ese hit de la TV, quizás el más famoso programa animado por el profesional que también brilló en Fontana Show, ciclo que se extendió por 15 temporadas en Radio Rivadavia.
Sin embargo, los orígenes de Cacho, tan porteño que nació en el barrio de Barracas, en 1932, tienen aires de arrabal, tango, noche y bares. Fue en el cabaret Chantecler, donde tocaba la orquesta de Juan D´ Arienzo, y en el café Tango Bar, donde el joven Fontana hizo sus primeras armas como presentador, forjando su marca personal.
Luego le llegaría la oportunidad en la radio, cuando pasó de ser locutor suplente a reemplazar al animador Jaime Font Saravia en el programa El relámpago. En unos pocos años, su voz inconfundible se convirtió en la marca de Radio El Mundo, emisora en la que brilló de 1955 a 1966.
Después, llegaría Radio Rivadavia y el fútbol, como parte del equipo de José María Muñoz y Enzo Ardigó, desde donde relataban los mundiales en una época en la que los partidos sólo se transmitían por radio y literalmente eran furor.
Tras el tremendo éxito continuado de Fontana Show en Rivadavia, época en el que conoció a Liliana Caldini, con quien vivió una intensa historia de amor y que murió el domingo 3 de julio, Cacho desembarcó en la TV con Odol Pregunta, el ciclo de preguntas y respuestas que fue todo un hito.
