Luli Fernández ha ganado gran notoriedad en los medios desde que se la comparó en sus inicios con Pampita por el parecido físico que tienen, pero en los últimos tiempos logró forjarse un nombre propio en los medios, en donde se convirtió en panelista.
Justamente en donde está brillando por estos momentos es Socios del Espectáculo, lugar al que fue a parar luego de ser bajada de Los 8 Escalones del Millón por Nicole Neumann, pero dejando las peleas de lado, fue consultada sobre la relación que tiene con los hijos de su esposo, el abogado Cristian Cúneo Libarona.
“Con sus hijos tengo una relación fenomenal que ha pasado por diferentes etapas. Me he llegado a ir de viaje con María, su única hija mujer que tiene 22 años. Ella se está por mudar y le estoy preparando unas plantas de regalo. Como saben que me gusta la jardinería era como una tarea que ya tenía asignada”, afirmó.
Además, Luli Fernández agregó: “He compartido cosas súper profundas con el más chico y también con el más grande. A los mayores quizás no los veo los fines de semana porque tienen sus vidas, pero vienen a comer a casa por separado”.
“A Santos y a María los conocí en un cumpleaños de Cristian, el mismo en donde también vi por primera vez a mi suegra”, relató la panelista de Socios del Espectáculo sobre la primera vez que conoció a los hijos de su esposo Cristian Cúneo Libarona.
“La anécdota es que unos días antes con María se dio una situación muy graciosa porque yo estaba yendo a otro lado, manejando por la Panamericana y veo que estaba la camioneta de Cristian. En un momento nos quedamos al lado, baja el vidrio para saludarme y también baja el de atrás. Miro y estalla ella muy chiquita con dos amigas. Ahí la vi por primera vez y al tiempo nos conocimos”, señaló.
Y sumó: “El rol que me tocó a mí era acompañar y tratar de amalgamarme a todos ellos. Fue un acto de amor de ellos recibirme con cariño, de él por el hecho de abrirme esa puerta y de parte mía por sumarme a ese gran equipo. La clave fue que él siempre manejó las cosas con seriedad".
"Lo que puedo colgarme como cucarda es que nunca me interesó ocupar un rol que no me correspondía: los chicos tenían a su mamá y yo era la mujer de su papá. Si no podía sumar, trataba de no restar. Cuando hay amor y respeto, nada puede salir mal”, cerró Luli Fernández.