Este domingo, entre brindis, garrapiñadas y pan dulce, Juana Viale se despidió del ciclo de su abuela, tarea que se puso al hombro desde hace más de un año, apenas estalló la pandemia, y que llevó adelante con bastante solvencia con la "Reina Madre" guardada en su casa.
Pero al otro día, Marina Calabró estaba lista en Lanata sin filtro para analizar sin edulcorantes ni medias tintas todo lo que se vio en pantalla. Y lo que notó la periodista fue, ante todo, una actitud bastante extraña de parte de la nieta de Mirtha Legrand, que le dio a pensar que la continuidad del histórico programa está en peligro.
“¡La señora Juana Viale se ha despedido de las mesazas!”, arrancó Marina, y agregó: “Pero fue rarísima la despedida…¡yo no los quiero condicionar! Llamó la atención la incertidumbre con la que habla del futuro”.
“¡Uno le dice ´2022´ y es como Jey Mammon! ¡Empieza a trastabillar y no sabe bien qué contar!”, añadió la hermana de Iliana, haciendo referencia a los planes todavía inciertos del conductor de Los Mammones para el año próximo.
Pero Calabró tenía una pastillita para sumar hacia el final de su columna, a la que le sumó su apreciación personal sobre el tema: “Por lo que averigüé, tiendo a pensar que no está cerrado el contrato con el Trece. Pueden darle un vuelo filosófico a lo qué pasó, pero es algo más mundano, el vil metal, los papeles…”.
Y remató, filosa, contra el hermanito de Juana, productor del ciclo: “¡El canal está un poco podrido de Nacho Viale! Estas cosas que suelen ocurrir. Está un poco desgastada esta relación y eso excede a Juana. Igual, creo que se va a solucionar”.
