En los últimos dos días, los casos de Coronavirus se agudizaron en el AMBA, la zona más afectada del país, en lo que algunos señalan como la llegada del temido pico de la pandemia.
En un momento sanitario, social y financiero de riesgos extremos, Nati Jota apostó a sumarse a la acción social. Más allá de ocuparse de las actividades hogareñas, destinó un “tiempito” de su día a la asistencia de adultos mayores.
Consciente de la vulnerabilidad que atraviesa ese segmento etario en tiempos de Aislamiento preventivo, social y obligatorio, la influencer se contactó con el gobierno porteño, y se puso a disposición.
Y le asignaron un adulto mayor a su “cargo” del que es la encargada de comprarle alimentos y medicación, según esta persona vaya necesitando.
Mientras recorría un supermercado buscando entre las góndolas cumplir con el “pedido especial”, la rubia compartió con sus seguidores la acción que la tiene motivada.
“Les quería contar algo que no sé si sabían… Hoy vine a hacer unas compras por una vecina, que es una adulta mayor”, arrancó relatando, con el reglamentario barbijo indicado para salir a la calle y entrar a algún negocio.
“Me anoté en un plan del Gobierno de la ciudad que te pone un vecino que lo necesite, que más o menos esté cerca de tu casa”, contó Nati sobre el “modus operandi” que le permitió concretar sus ganas de ayudar.
"Tengo miedo de fallar, es la primera misión importante de cuarentena", se sinceró Nati
“Te lo asigna, te avisa y te da un código para que puedas comunicarte con la persona”, sumó, explicando el mecanismo paso a paso, a modo de incentivación para quienes la consumen en redes sociales.
“Pasé, busqué la plata y ahora le vine a hacer las compras. Tengo miedo de fallar, es la primera misión importante de cuarentena, pero bueno, se los quería contar”, relató acerca de las dudas que le generó su accionar.
“Está bueno saber que uno puede ayudar desde este lado”. Eso si, la única “complicación” que tuvo fue con el protector en la cara, que hizo que se agite, mientras caminaba y hablaba. “Ya me quedé sin aire, este barbijo…”.
