Hay heridas que duelen más que otras. Y, sin dudas, la traición que sintió Patricia Sosa en medio de la pandemia por parte de Valeria Lynch, a quien consideraba su amiga además de ser colegas, es un dolor que aún no cesa. Por el contrario, cada vez que brinda notas lo recuerda. Y así lo volvió a hacer en Intrusos.
En charla con el programa de espectáculos de América, la mujer de Oscar Mediavilla habló de todo y trajo a colación aquella pelea con su par en plena cuarentena.
Y fue entonces cuando reveló que tienen un grupo de chat con otros músicos como La Sole, Juan Carlos Baglietto, Marcela Morello, Sandra Mihanovich, y más, que tocaron el tema en su momento. ¿De qué lado están?
"Hablamos mucho de esto en el chat. Inmediatamente que sucedió les puse, ¿Si yo pongo mi streaming el mismo día que una de ustedes…? ¡Se querían morir!", contó Sosa sobre un chat privado que tiene con músicos.
Sosa les preguntó a los artistas si consideraban que estaba equivocada al enojarse. Y según ella, le dijeron, “nos apoyamos uno al otro. Hablamos mucho de esto en el chart. Inmediatamente que sucedió les puse, ¿si yo pongo mi streaming el mismo día que una de ustedes…?" ¡Se querían morir! No solamente ellas, me llamaron muchos colegas varones”.
Siguiendo en torno a la pelea, Patricia continuó, “me preguntaban por qué. Si yo puedo cambiar de 7 a 14 la cambio. Por qué no la va a cambiar ella. No sé por qué no la cambia. En el corazón me mató, me clavó un puñal. Terminé mi diálogo por whatsapp diciéndole que como veía que no podía solucionar nada le dejaba la fecha. Que sea muy feliz”.
"En el corazón me mató, me clavó un puñal. Ya terminó esta relación, no hay amistad, no existe. Sufrí desplantes de ella y lo justifiqué, ya no", concluyó la cantante.
Fue entonces cuando a través de su relato Sosa terminó dando detalles sobre el final, para ella, de la relación de amistad y comunicación con Lynch, “ella me empezó a escribir otra vez y no tuve más ganas. Me bajó un telón, bloqueé. Ya terminó esta relación, no hay amistad, no existe. Sufrí desplantes de ella y lo justifiqué, ya no. No la quiero más. El capricho de querer ponerme un pie encima fue lo último”.
