Motorizada en su espíritu de libertad, en esa moción de arrojarse a la aventura, la China Suárez protagoniza otro capítulo de su frenética vida amorosa e hilvanó un nuevo eslabón romántico al lanzarse a los brazos de Rusherking, ese joven cantante de 22 años.
Tras largos años de pareja con Benjamín Vicuña, María Eugenia activó un raid furioso en los últimos meses, así encadenó su relación clandestina con Mauro Icardi, que desató el mayor escándalo mediático de los últimos tiempos, así como un lazo con el español Armando Mena Navareño.
En el medio también atravesó los rumores de un coqueteo fulgurante con Rodrigo de Paul, aunque nunca se comprobó. Lo cierto es que la China permitió que todo el mundo se enterara de su noviazgo con el ex de María Becerra.
Suárez pergeñó una maniobra extraña al presentarse en una fiesta privada llena de famosos, pos entrega de los Martín Fierro, con Rusherking y dejar que los curiosos celulares la filmaran a los besos y a los abrazos. Así, el vínculo adquirió el tamiz de oficial, lo que se redobló con las declaraciones del trapero en televisión.
En ese camino de soltar indicios, hace unos días, la China dejó en claro que había invitado a Rusherking a su casa en un barrio privado, la misma que compró Vicuña en su momento, dado que en las stories del joven se ve la vallija y el mantel que suele utilizar.
Este lunes, el santiagueño visitó al programa online de Nico Occhiato en Luzu TV, donde el conductor trató de sonsacarle algo de información y le preguntó: "Vi las milanesas, vi todo. ¿Buenas milanesas?". Una manera de intentar conseguir data más profunda de ese almuerzo romántico.
Rusherking cayó en la incomodidad, pero igualmente soltó algunos conceptos de su relación con la China y sostuvo: "Estaban a punto, eran fritas". Al mismo tiempo que desafió al ex de Flor Vigna: "¿Vos le mandas ketchup? ¿Pero a vos quién te las hace?". Para terminar con una frase muy fuerte de Suárez: "No me vas a sacar más nada".
