Susana Giménez hace tiempo que, de una manera u otra, le soltó la mano a la Argentina. Luego de amasar su fortuna en el país tras incansables años de trabajo, Su decidió instalarse en Uruguay, donde cuenta con ciudadanía.
La diva de los teléfonos es una ciudadana del mundo, tiene propiedades en Miami y en Punta del Este, viaja al extranjero para participar en proyectos internacionales y hasta hace teatro en el país oriental.
Y a pesar de que en su última nota aseguró que ya no hablaba de la realidad del país, Giménez accedió a responder sobre un impuesto a la riqueza que, de destrabarse su ley frenada en el Senado, debería pagar.
Recién llegada de México, donde fue convocada para grabar su nuevo programa, LOL: si te ríes, pierdes, Su fue abordada por los noteros en el aeropuerto de Ezeiza, comentó sus actuales proyectos y, una vez más, opinó sobre la crisis económica y los cambios en el Gabinete con una lapidaria frase: "Estamos acostumbrados".
“Ya una vez lo pagué, ¿Otra vez me la van a sacar?”, fue lo que dijo, indignada, cuando alguien quiso saber su opinión sobre el proyecto de ley que lleva la firma del Frente de Todos y quedó cajoneado en marzo de este año.
Es que, según este proyecto, quienes posean bienes no declarados en el exterior deberían pagar un aporte del 20 por ciento de los mismos, y en dólares. Por otra parte, por estos días Jorge Rial aseguró que la conductora podría tener graves problemas con el fisco por trabajar del otro lado del Río de la Plata.
“Tiene que ver con obligaciones por realizar la obra de teatro en Uruguay, porque al tener residencia, tiene que tributar en ese país. Alguien importante de la AFIP, que estaba mirando, me habló y, atención, creo que está en un quilombo”, advirtió Rial.
