Y, un día, después de meses de rumores, L-Gante blanqueó que con Tamara Báez estaban separados. Y lo que empezó con una simple declaración en redes, en cuestión de horas fue subiendo de volúmen cuando se sumó la “variable Wanda Nara”, con quien, dicen, el cantante estaría relacionado sentimentalmente.
Si hay romance o no con la rubia, aún está por verse. Lo cierto es que entre los dos hay proyectos comerciales en común y un juego de seducción bastante notorio y a la vista de todos que a Tamara, lógicamente, le cae pésimamente mal.
Así, durante la última semana de septiembre la influencer estuvo despotricando fuerte contra Wanda y L-Gante. Publicó mensajes amenazantes de su ex, se metió en varios vivos de Wanda para decirle de todo y contó que la ex de Mauro Icardi buscaba al papá de su hija mientras estaban juntos.
Después de esos días de alta tensión y angustia, Tamara decidió descomprimir y buscar refugio en sus amigas: se puso los brillos y el sábado fueron a bailar al boliche Tropitango, desde donde no pudo evitar mandarle indirectas y palos a su ex.
¿Qué hizo Báez? Grabó el instante en el que arrancaba la canción “Así fue”, de Juan Gabriel y, arengada por las amigas, gritó a viva voz: “Ya no puedo ni debo quererte, ya no te amo”. Luego, la mamá de la pequeña Jamaica mostró su próximo destino: la peregrinación a la Basílica de Luján, a donde fue en auto.
"El tipo entra sin avisar por ser conocido y nosotros vemos esta realidad, ella es una pobre chica y él es un desastre; además de adicto, está armado”, aseguró una vecina del barrio privado donde vivían Tamara y Elián, en un mensaje que Caramelito transmitió en A la tarde, para dar cuenta de lo que se vive en el country.
