Vicky Braier se hizo famosa stalkeando famosos en las redes, un gran talento detectivesco que la llevó a descubrir romances, rupturas, engaños y demás temitas sólo atando cabos, a partir de la información que las propias celebridades dejan a la vista a partir de su huella digital en el mundillo virtual.
Así, ella destapó historias como la separación de Tini Stoessel de Sebastián Yatra, o el romance entre Ivana Nadal con Bruno Siri. A veces le pega y otras, la pifia. Pero esta labor que le lleva horas a Juariu, como todos conocen a la panelista de Bendita, tiene un detractor al interior de su hogar: su marido, Gustavo.
“Lo uso más horas de las que debería”, reconoció Juariu sobre su celular en una entrevista a Teleshow en la que señaló que su dispositivo terminó convirtiéndose en “el tercero en discordia” en su relación de diez años con el médico urólogo, con quien se casó luego de atravesar el cáncer de mama.
Según contó la panelista de espectáculos, a su marido no solo le molesta que pase tanto tiempo con el teléfono, sino que, directamente “odia las redes sociales”, el pan de cada día de la joven de 35 años, que reveló que abrió varias cuentas falsas a la vez para poder espiar a los famosos desde las sombras a su antojo.
"Yo digo que es trabajo, pero al mismo tiempo se confunde porque no deja de ser Instagram. Cuando pienso que me tengo que desconectar, estoy a punto de descubrir algo y me cuesta. Soy adicta al celular", admitió la tucumana, que llegó a Buenos Aires para acompañar a su pareja a cursar su residencia, y se quedó para siempre.
