Intempestivamente, y de manera sorpresiva, Vanina Escudero sacudió las estanterías con la decisión de trastocar su cotidianidad, esa que configura con su marido Álvaro Navia y sus dos hijos, al cambiar Argentina por Uruguay. Un viraje rotundo y llamativo.
Ese embarque a una nueva realidad aconteció en diciembre de 2020, motorizado en una propuesta laboral jugosa al humorista y con el amor como fuente, la hermana de Silvina armó las valijas, organizó la movida de mudarse a otro país con toda su familia.
Ha transcurrido un tiempo prudencial, ya quedó atrás la adaptación y ahora se ha transformado en una habitualidad para Vanina y su clan. Por eso, la bailarina aceptó compartir un análisis de este periodo en tierras charrúas y exteriorizar las sensaciones que surcan en su interior.
En cuanto al origen de esta determinación tan radical, la famosa contó: “Siempre estuvo en nuestros proyectos, pero lo veíamos como algo más a futuro, después llegó la pandemia y nos cambió los planes como a todo el mundo”.
A la hora de detallar los factores que incidieron para la elección de Montevideo, Vanina confesó: “Siempre supe que si me iba a vivir a otro país, Uruguay era el mejor lugar fuera de Argentina. Álvaro es uruguayo, pero la decisión surge por trabajo. Él hace muchos años que trabajaba tanto en Argentina como en Uruguay. Se abrieron puertas y decidimos venir para acá”.
A la hora de narrar sus ocupaciones, más allá de la labor de Álvaro en la televisión, la hermana de Silvina reveló que crearon una productora y que uno de los proyectos se está por activar con una idea ingeniosa, que denominaron “el crucero del humor”.
“Se van a subir muchos humoristas que la gente conoce; estamos buscando darles a los pasajeros un valor agregado”, contó sobre una travesía en barco que unirá Montevideo, Buenos Aires y las playas brasileñas, durante ocho noches.