Mientras se desconoce qué será del futuro laboral de Viviana Canosa trascendió un dato clave sobre su pasado reciente: en Socios del espectáculo revelaron la indignante frase que terminó de convencerla de que su estadía en A24 había llegado a su fin. Según contaron allí, las palabras salieron de la boca del nuevo gerente de noticias de la emisora y explotaron en los oídos de la conductora, quien inmediatamente recogió sus pertenencias y decidió abandonar el edificio de Palermo Viejo. "Mirá que bajé del tercer piso para verte eh..." fue lo último que escuchó la periodista antes de convertirse en una desempleada.
Los otros días, Marina Calabró intentó reconstruir los últimos días de Canosa como "planta estable" de la grilla de del "canal hermano" de América. En realidad, la polémica y controversial conductora, tan famosa por sus editoriales como por algunas acciones polémicas (tomar dióxido de carbono en cámara, bañar con alcohol en gel a Aníbal Fernández o echar del estudio a Jorge Yoma por no estar de acuerdo con sus opiniones) lideraba el espacio de mayor rating de la señal.
Ese éxito se debía, en parte, a su visceral temperamento y a la particular (y para muchos violenta) manera que tenía de decir las cosas. Otra pata donde apoyaba su suceso era, evidentemente, su férrea e intransigente postura "AntiK". Canosa se había convertido en una especie de "Talibana" en contra del oficialismo y cualquier situación o persona que tuviera un lejano "aroma a peronismo" se transformaba directamente en su enemigo total. No hacía falta que mediara palabra. Con los salarios en franco declive (y la inflación en permanente alza) su posición, lógicamente, sólo multiplicó adeptos.
Según Calabró, el calvario de Canosa comenzó con la llegada del nuevo gerente de noticias de la emisora, a quien calificó como "una persona de personalidad fuerte y de posturas un tanto polémicas, a las que muchos trabajadores consideraron soberbias".
De acuerdo a ese testimonio, ese jefe de noticias fue el encargado de comunicarle que, por una decisión de la compañía, no podía poner en el aire un informe donde aparecía el escrache que había sufrido el por entonces recién asumido superminsitro de economía Sergio Massa.
Canosa encolerizó con su superior -a quien, dicen, ya tenía entre ceja y ceja- y se atrincheró en su camarín, ubicado en la planta baja del cuartel central de A24. Desde allí amenazó con no salir al aire si no podía poner pasar ese informe. En un momento dado, cuando la tensión ya se había disparado de 0 a 100, el ahora famoso y enigmático jefe de noticias "apareció" en ese lugar y le dijo a Canosa "mirá, bajé del tercer piso para verte", lo que fue tomado como un acto de "soberbia" por parte de la conductora y la llevó a terminar de modo fulminante todo diálogo con el ejecutivo y con la firma.
