Susana Giménez y Wanda Nara hicieron una nota más o menos que se vio hace un par de semanas en la pantalla de Telefe. Todos se quedaron con gusto a poco en aquella noche de noviembre. Pero ahora, en la edición especial de Paramount+, algo más picante se pudo sacar.
Primero fue un nuevo ataque de la rubia a la China Suárez, a quien ya no le dijo más indirectas y fue con todo: “Estamos hablando de una persona que no fue un caso aislado, es reiterado, no es el primer caso. Yo le dije: ‘La libertad tuya termina cuando lastimas a otra familia, están mis hijas’”.
Y cerró en medio de la sorpresa de Susana sobre el “frustrado” encuentro íntimo entre su marido y la ex Casi Ángeles: “Por algo pasaron las cosas que pasaron y hubo un Dios de su lado si quería estar conmigo, porque podría haber sido peor”.
Pero, en esta charla, el tema que aquí nos compete, Wan y Susana nalizaron el look de Mauro. “Anda con la boina esa todo el tiempo, desde que lo llevaste al campo”, dijo, divertida, Susana. “Se enamoró del campo, pero es de siempre igual”, lo defendió Wanda.
Eso le causó un problema, ya que tenía un contrato para una marca con “tachas” y casi que no lo quiso hacer: “Y hoy, cuando una marca lo quiere, me dice ‘no, la boina no me la saca ninguna marca’. Le encanta ese look, pero él no quiere ser el dueño del campo, a él le encanta ser el que trabaja en el campo, él ama cortar el pasto, el tractor”, contó Wanda.
“Es el marido ideal. Pero está poseído por la boina”, dijo la Su sobre el imitador de Jakob Von Plessen, el marido de Zaira. “Yo soy la que le gusta estar en el campo, pero tomar un cafecito. No trabajar”, terminó Wanda, quien recordó que en ese lugar fue que descubrió los mensajes de la China Suárez.
“Estábamos en un campo, estaban las nenas andando a caballo y busqué una foto en el teléfono. Ahí vi pantallazos de un chat con una mujer muy famosa que ya saben”, dijo sin nombrarla en la edición de Telefe.
“No era amiga, tenía buena relación, cordial. Mi enojo fue una mirada machista, de echarle la culpa a la mujer. Después tomé distancia, y admiro que una mujer pueda ser libre. Yo soy una mujer chapada a la antigua: para mí un mensajito es divorcio”, sumó.
“Los mensajes no los hubiera escrito y no me gustó que no me hayan contado del otro lado. Nunca tuvimos problemas de este tipo, te lo puedo jurar por mis cinco hijos. Cuando vi el mensaje, agarré mis cinco hijos y en el primer avión me fui a Italia. Y él se vino en el avión atrás mío”, terminó.
