Hay hombres y mujeres que tardan años en superar desengaños amorosos. Lloran y sufren un tiempo enorme hasta que pueden transformar esas angustias afectivas en nuevas esperanzas y renovadas ilusiones. Al otro lado de la vida está la China Suárez.
Hace apenas tres meses era la esposa de Benjamin Vicuña: en ese corto lapso, en apenas 90 días, se la mencionó primero como compañera del modelo Javier de Miguel, después como amante virtual de Mauro Icardi, luego como novia de Nico Furtado y ahora, como si todo aquello no fuera suficiente ajetreo, se la vincula con el empresario español Armando Mena Navareño.
Sobre el filo de la semana pasada, la actriz regresó a la Argentina luego de los dos tumultosos meses que transcurrió en España, donde fue a cumplir con compromisos laborales pero fue mucho más noticia por sus escandalosos vaivenes sentimentales que por sus cuestiones profesionales.
En realidad, nadie sabe cómo se llama lo que fue a filmar a la Madre Patria, ni si es una serie, una película, una novela o una publicidad. Del "Wandagate", en cambio, habló medio mundo. O un mundo y medio.
Un sábado, en ese límite medio difuso que separa al mediodía de la tarde, la modorra y la tranquilidad fueron pulverizadas cuando Wanda Nara, nada menos que una de las mujeres más famosas y explosivas del país, publicó en su instagram "otra familia que te cargaste por zorra".
De inmediato, dejó de seguir a Mauro Icardi y a la China Suárez. No hacía falta: teniendo en cuenta su "prontuario" amoroso, la gente ya había decidido que la "acusada" era la actriz.
Por 10 días no hubo otro tema en el país. La inflación, el dólar, los precios, los salarios por el piso, las elecciones legislativas, los campeonatos de fobal, la malaria, las broncas, los caos de tránsito y la mar en coche pasaron no a un segundo plano... ¡A un decimoquinto escalón!
Lo único que interesaba, y 24 por 7, era saber cuál de las dos le ganaría a la otra y se quedaría con el botín cotizado en 60 millones de euros. Esa cifra, según los medios especializados, es la que vale el pase de Icardi, goleador que juega con Messi en el PSG.
Pero Icardi demostró su decisión apenas estalló el escándalo. Le pidió perdón a Wanda, hizo todo para reconquistarla (hasta amenazó con dejar de jugar al fútbol si ella no volvía con él) y antes de que recibiera el "visto bueno" de la ex vedette la China había quedado desairada.
Era tiempo de buscar otros aires. Y al parecer los encontró en Armando Mena Navareño, un poderoso empresario vinculado al mundo del motociclismo. Incluso, en su perfil de Instagram se define como "Armandomotos", jugando con su nombre y con su pasión.
Las primeras pistas las dio Estefania Berardi en el programa de Carmen Barbieri, donde es panelista de espectáculos y tira bomba profesional desde hace un par de meses.
Según ella, él mayor indicio fue que él posteó una foto a la que le puso la bandera china (¡Justo!) y ella le dio "me gusta", algo que él correspondió en una publicación que ella subió sosteniendo un pequeño adorno con forma de corazón, lo que fue tomado como un claro indicio de que "algo pasa ahí". Y sí, todo puede suceder.
