Así como muchas parejas terminaron en plena pandemia, también están aquellas, como en el caso de Dani La Chepi (41), que se formaron. Y en el caso de la participante de Masterchef, sin dudas, el amor golpeó a su puerta cuando menos lo esperaba… ya que se puso de novia con el recolector de basura de su cuadra.
Enamorada de Javier Cordone (45), un ex jugador de fútbol del ascenso y padre de tres hijos, la actriz y comediante revivió en PH, Podemos hablar, los comienzos de la relación y contó que fue ella quien, fiel a su humor característico, dio el primer paso… ¡e incluso confesó que practicaron el sexo virtual”.
“El con las bolsas hacía crossfit sin parar. ¡Un lomo! La llaman a Isa para hacerle una nota porque saludaba a los recolectores. Lo ve el chico del camión y al otro día baja a saludarla. Yo hacía bromas de que me iba a poner linda para sacar la basura. El no sabía ni quién era yo”, arrancó Dani.
"Estamos de novios desde el primer mensaje. Fue como un cachondeo y toda esa cosita. Hicimos sexting", reveló la comediante.
“Cuando se baja, lo vi, y dije, mirá lo que es esto. Una cosa hermosa. Se bajó y encaré desde el humor. Le pregunté si tenía redes sociales para verificar que no sea casado. Y el pibe arrancó como loco. ¡Jugó en el ascenso! Al otro día dio vuelta y ya vino. Me hice amiga del pibe, y de los otros dos también”, agregó la actriz.
Siguiendo con su relato, La Chepi destacó que con su pareja consideran que están de novios desde hace un año y explicó: “nosotros decimos que estamos de novios desde el primer mensaje porque ahí pintó todo. ¿El primer encuentro? En realidad hicimos la llamadita que el señor presidente decía que había que hacer”.
“No fue sexo, fue como un cachondeo, esto de te muestro una tetita y toda esa cosita. Hicimos sexting. Encima en plena pandemia no nos podíamos ir a depilar, estabas al horno. Yo me depilé y me mandé y ahí enseguida entré en confianza”, relató, sin filtro ni vergüenza, la comediante.
Finalmente, entre risas y carcajadas en el estudio, Dani se puso seria al momento de recordar el primer encuentro con Javier, “cuando los niños podían ir a la casa de los padres, ahí nos vimos en una plaza, salimos a caminar y desde ahí todo amor”.
