Cada persona homenajeó a Diego Maradona como pudo. Millones de almas se concentraron en la Casa Rosada para despedirlo, llevarle alguna camiseta o alguna flor. Cantando como si estuvieran en la cancha, el público le dio un emotivo marco al último adiós del crack, del ídolo.
Y en las redes sociales también se vio reflejado el amor, la admiración y el agradecimiento. De los futboleros y de los que no lo son tanto. El mundo entero sintió en el corazón la temprana muerte de Diego, el Diego de la gente. Y el periodista Rodolfo Barili compartió en su cuenta de Instagram un emotivo video para homenajearlo.
Acompañado de un texto que eriza la piel de cualquiera, leído por su grave voz y escrito por Roberto Incocciati, se ve a Diego haciendo jueguitos con la pelota que sea, de fútbol, de tenis o de golf.
“1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10. Ahora sí, murió Maradona, el título que tantas veces imaginamos y temimos, esta vez, no tiene vuelta atrás. Se terminó la vida que fue mil vidas. barro, chapa, oro, potrero, palacio y más. La última gambeta, el padre, el hijo y el espíritu santo, que esta vez no lo pudo salvar. Fiorito, La Boca, Nápoles, Dubái. Segurola y Habana. Venezuela y Sinaloa. El infinito y más allá”, comienza el texto.
“11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20. Fue uno y fue muchos. Colimba, rulos y mechón. Gordo, flaco, pelo y barba. Metamorfosis permanente, nunca igual. Papas, reyes, jeques. Famoso acá, en la China y en Japón. Habanos en La Habana y cátedra en Oxford, humano y animal”, sigue.
“21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30. Lo eligió dios y lo tentó el diablo. Jugó, ganó, perdió, puteó y lloró. Genial, prepotente, mágico. Calentón, amiguero y peleador”, continúa. “31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40. No lo podían parar, hasta que un día ya no se podía parar. Remera, tatuaje, bandera, poster y mural. Bondi, 128, Testarossa, Scania y Porsche. Camaro, tanque bielorruso y Rolls Royce. Argentino hasta la médula, impiadoso espejo de la idiosincrasia nacional”, añade.
“41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50. Me cortaron las piernas, se te escapó la tortuga y la pelota no se mancha. Mil frases inolvidables. Tango, Minguito, Barrilete y Luna Park. Indispensable, insoportable, incomparable. Rosada, copas y presidentes, democráticos y otros que mejor no recordar”, sigue.
“51, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60... 60, diego. Se acabó maestro, ahora sí que no va más. Se rindió el cuerpo cagado a patadas, acribillado por las jeringas, arrasado por los excesos. La factura llegó temprano y los héroes también tienen que pagar. ¡Murió Maradona, loco!... triste solitario... y final”, finaliza.
