El radical cambio de vida de Juanse Stegmann, el hermano de Millie: abandonó todo y se consagró a la Vírgen María – Revista Paparazzi

El radical cambio de vida de Juanse Stegmann, el hermano de Millie: abandonó todo y se consagró a la Vírgen María

El modelo y cronista de televisión se dedica full time a ayudar a los demás y profesar la misión.
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En la década de los 90’, Juan Segundo Stegmann alcanzó una enorme visibilidad, a partir de su carrera como modelo publicitario y principalmente por su labor como cronista del mítico programa 360 todo para ver. Incluso saltó a las portadas de todos los medios con su pareja con María Belén Aramburu.

No obstante, hace casi dos décadas, el movilero, que recorrió más de cincuenta países para eltrece, entendió que algo lo llamaba y tiró toda su cotidianidad por la borda y se lanzó a una tarea totalmente diferente y sobre todo un estilo de vida totalmente despojado.

El click aconteció en una cobertura para Telenoche y así lo explicó:  “Sucedió en Salta, lugar al que siempre vuelvo para agradecer. Yo trabajaba en Telenoche haciendo una sección que se llamaba Los gigantes y era sobre maestros y niños de las escuelas rurales más alejadas de la Argentina. Subí al Cerro y no había nadie, estaba para mí. Entré a la ermita y estuve dos horas solo y lloraba, lloraba, lloraba frente a la Virgen... y ahí algo me tocó: sentí que me llamaba. Y eso fue el comienzo. Hace… 17 o 18 años…”.

Ese episodio lo impulsó a dar un salto cualitativo en su existencia: “Hoy vivo feliz, trabajo a tiempo completo para esta obra, vivo franciscanamente y de la providencia, y nunca me faltó nada”. Impresionante confesión del hermano de Millie Stegmann. 

En ese diálogo con La Nación, Juanse detalló cómo es su día a día: “Sentí que Dios me necesitaba a tiempo completo y fue una decisión que tomé con mi director espiritual. Hace cinco años que no trabajo en la tele y yo me pregunté cómo iba a vivir, pero Dios me quería para Él y vivo de su providencia.  Vivo de la ayuda de la gente, de una comunidad que nos acompaña, de unos doscientos colaboradores de la obra que nos ayudan y saben de mi compromiso”. 

La obra de misericordia está creciendo y como yo la coordino tengo que estar un poco al pie del cañón”, contó sobre su ocupación y se vincula con La casa azul de María, la cual fundó y acude de lunes a lunes y que se ubica en el hospital Rivadavia. 

A la hora de especificar el espíritu de su búsqueda, Stegmann narró: “Me olvidé un poco de mí hace varios años y me dediqué a los otros. A mí nunca me fue tan bien como ahora ni fui tan capaz, siempre me costó mucho todo, pero desde que conocí a Jesús y a María, me fue bien. Y me fue bien porque me dejé conducir por ellos”.

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