A inicios de julio, el público de El Hotel de los Famosos vio cómo Imanol Rodríguez perdía ante Martín Salwe, hoy uno de los cuatro finalistas del reality, junto con Alex Caniggia, Lissa Vera y Walter Queijeiro.
“Todavía me está costando volver a la realidad. Es un flash, el celu terrible, tipo lo agarré y no lo solté y fue como que me re abrumé, tenía la cabeza explotada mal”, contó Imanol, a los pocos días de salir de la casa de Cañuelas.
Y aunque el hijo de Miguel Ángel Rodríguez se perfiló como un participante más bien neutral en la dinámica con sus compañeros, ya afuera empezó a mostrar su costado más crítico con el programa al que llegó, según dijo, casi “sin saber nada” de lo que le esperaba.
Lo que tampoco sabía Imanol y le causó una gran sorpresa era la decisión “rata” del ciclo, que solo premia al ganador y deja que el segundo se vaya con las manos vacías. Consultado por Juan Etchegoyen, Rodríguez se mostró en desacuerdo.
“Me llamó la atención lo de los premios; me parece raro y me sorprendió, generalmente en ese tipo de programas hay una especie de premio consuelo, quizás un auto o puede ser cualquier cosa, me pareció raro, pero cada uno pone las reglas que quiere", dijo en Mitre Live.
Sin embargo, asumió: “Nadie está obligado a nada, las reglas son clarísimas, el que gana se lleva diez palos y después vemos si queremos dar lo que sea. Pero está bien, ya está, son las reglas del juego, uno ahí se va acoplando a todo”.
En este sentido, el influencer recordó la poca información con la que los participantes arrancaron la competencia: “Nos pasó desde la primera semana, no teníamos ni idea a qué íbamos y no sabíamos absolutamente nada, ni cómo eran los juegos”.
“El primer día nos pegó el sol durante todo el día, grabando la entrada durante seis horas”, señaló y agregó: “No sé si es injusto no darle nada ningún premio al segundo, vos sabías que el que ganaba se llevaba diez palos y después lo otro vemos”.
Y contó los choques que tuvo entre expectativas y realidad: “Yo me imaginaba en mi cabeza un montón de cosas; no tener que limpiar el hotel y al final tenía que limpiarlo. “Podía pasar que el segundo se lleve un premio consuelo, pero creo que no va a suceder”, cerró.
