Jujuy Jiménez fue víctima de un violento arrebato callejero y terminó en la comisaría haciendo la denuncia. Desde allí contó qué le había pasado y manifestó su indignación por el deshonesto accionar de los maleantes. A la modelo le sustrajeron el teléfono celular, un aparato clave en la vida de las personas: entre otras cosas, por allí consigue muchos trabajos.
"Estaba caminando y me sacaron el celular de la mano. Se me colgaron y me lo quitaron" dijo Jujuy, que viene de protagonizar una intensa polémica con Horacio Cabak. No se le veía toda la cara porque tenía más de la mitad tapada por el barbijo, pero se la notaba enojada, fastidiosa y molesta. "Iba caminando lo más tranquila y me lo quitaron, me lo sacaron de la mano" reiteró, casi al borde del llanto.
En una serie de historias que subió a Instagram a través de teléfono de su mamá, que enseguida fue a socorrerla, Jujuy no sólo contó cómo sucedieron los hechos, sino qué describió qué actitud tomó de inmediato y cuáles eran las sensaciones que la embargaban en ese momento.
"Se me colgaron de la mano y me arrebataron el celular. Estoy con mucha bronca y siento también muchísima impotencia. ¡Qué hijos de re mil putas, loco. Grrrrrrrr".
"Estoy en la comisaría, con mi mamá. Estoy hablando desde el teléfono de ella, porque el celular me lo sacaron. Vine a hacer la denuncia como corresponde. Además, ya bloqueé el chip. Estoy con mucha bronca y siento también muchísima impotencia. Qué hijos de re mil putas, loco". En otro momento, se le escuchó una onomatopeya que dejó en claro lo fastidiosa que estaba.
"Los trabajos que ya tenía acordados para estos días que se queden tranquilos porque los voy a hacer, pero perdí todos los contactos y todas las cosas que tenía en el celu. Por favor, escríbanme al instagram que me voy a estar comunicando por ahí durante estos días, hasta tener un nuevo celular e ir recuperando el ritmo normal de todo", explicó Jujuy desde la sede policial.
Los dolores de Jujuy no sólo son espirituales. También son físicos, ya que no terminó todavía de superar una fisura en las costillas que la marginó de los últimos ritmos de La Academia de Showmatch. Para colmo, el último que pudo hacer -el de canto- la terminó envolviendo en un gigantesco paso en falso al cantar una canción cuya letra decía "yo no soy esa mujer que se queda en su casa" y para ilustrarla apareció una foto de Ana Frank.
