A pesar de tener tan solo 29 años, la China Suárez logró consagrarse en el mundo del espectáculo como una de las figuras más importantes. No solo por sus actuaciones en diversas ficciones que interpreta desde chica, sino que también se ganó un lugar por su papel como modelo y su influencia en las redes sociales.
Además de protagonizar varias tiras importantes y ser la cara de distintas campañas de reconocidas marcas de indumentaria, la pareja de Benjamín Vicuña encontró un público fiel en su cuenta de Instagram, en la que comparte tutoriales de maquillaje, consejos de ropa y hasta parte de su vida cotidiana con su familia.
Madre de Rufina, producto de su pasada relación con Nicolás Cabré, y de Magnolia y Amancio, hijos del actor chileno, la China vive el día a día cargada de obligaciones y disfrutando del crecimiento de sus pequeños.
Sin embargo, no todo fue color de rosas en la vida de la actriz, por lo que en una entrevista con El Planeta Urbano confesó que cuando era adolescente consideraba que estaba “loca”, hasta que entendió que sus cambios de humor se trataban de un desequilibrio hormonal.
Charlando acerca de la importancia de mantener cuidada la salud mental, Eugenia reveló: “Durante mi adolescencia y mis veintes, tenía algunos ‘desarreglos hormonales’ que afectaban mucho mi día a día. Por supuesto, esto no lo sabía hasta que fui a un psicólogo y luego a un psiquiatra”.
“En esa época realmente pensaba que estaba loca, que mi carácter e impulsividad a veces eran inmanejables y que tendría que lidiar con eso para siempre”, explicó, recordando aquellos días de mal humor y preocupación.
Es por eso, que ahora Suárez se encuentra más plantada y madura en su aspecto personal, gracias a la ayuda de los profesionales que le contaron sobre el “síndrome premenstrual”: “Se habla poco de eso. Y entendí que no estaba loca, sino que mis hormonas estaban haciendo de las suyas. Estuve tomando una medicación que me ayudó muchísimo y logré comprender lo importante que es cuidarnos también en ese sentido y no estigmatizar la salud mental”.
Asimismo, la China recordó cómo era aquella época en donde además de estar trabajando durante largas horas, vivía con la carga sobre sus hombros de la comparación constante entre actrices y modelos, que la llevaban a conseguir más rivalidades que amistades.
"Cuando era adolescente sufría mucho con las comparaciones. Nos criaron con la mujer como enemiga, como rival... Empezar a verlas como aliadas me sacó un gran peso de encima y me paró en otro lugar”
“Me considero valiente porque avanzo a pesar del miedo, no porque no lo sienta. Por supuesto, tuve y tengo mis inseguridades. Cuando era adolescente sufría mucho con las comparaciones, esta cosa del Boca-River constante”, argumentó.
Y, ahondando en detalles, explicó cómo era la situación: “Que te vivan diciendo: ‘Hacelo como tal, ¿ves cómo lo hace ella?’… No te imaginás cuánto me ayudó el feminismo, escuchar, empatizar".
"Nos criaron con la mujer como enemiga, como rival, hasta que te das cuenta de la carga que tenemos las mujeres. Empezar a verlas como aliadas me sacó un gran peso de encima y me paró en otro lugar”, concluyó.
