Nueve meses antes de que naciera Toribio, Torito, su primer hijo, Juana Repetto conmovió a la farándula al contar su historia, sus deseos de ser madre, su decisión de encarar una manternidad unipersonal y la voluntad de poner alma, vida, cuerpo y corazón para concretar su objetivo. Desde entonces se convirtió en una referente para muchas mujeres y para muchos hombres que se indentificaron con su ser, su sentir y su parecer acerca de esa y otras cuestiones vinculadas con la crianza de los chicos.
Juana tiene dos hijos. Toribio ya tiene 5 años. Belisario, el segundo, tiene 6... pero meses. Lo tuvo con su actual marido, Juan Graviotto. Desde que anunció que iba a ser mamá, la actriz lleva un lustro contando en las redes sociales todo lo que le sucede y todo lo que le va pasando.
Un poco por eso sorprendió su último posteo, donde realizó un desgarrador mea culpa: con la sociedad aún conmovida por la muerte de Lucio, un nene de 5 años asesinado en La Pampa en un hecho por el que están acusadas su mamá y la novia, Juana contó que en su casa "hay maltrato" y pidió ayuda para superar ciertas costumbres.
Qué escribió Juana Repetto sobre lo que pasa en su casa
"El grito, el apretón de brazo, el castigo ES MALTRATO Y ES VIOLENCIA. Cuesta asumirlo, hacerse cargo y aún más decirlo, pareciera que al decirlo uno terminara de asumirlo. Lo cual genera (en mapadres sanos) un INMENSO DOLOR e indescriptible angustia. Pero es necesario empezar por ser conscientes para poder hacer algo al respecto", arrancó su extenso texto.
Decidida, reconoció que "Con todo el dolor del mundo y lágrimas en los ojos yo asumo que como ya saben quienes son parte de esta comunidad, estamos en un momento difícil y en casa hay gritos, enojo, algún apretón de brazo, HAY MALTRATO".
Enseguida pidió ayuda: "si bien nada justifica lo anterior, también hay conciencia, hay (pre)ocupación y acción. Pido ayuda, se y noto que no está bien, que no es la forma y NO LO QUIERO EN MI HOGAR Y PARA MIS HIJOS. Accionar, hacer algo al respecto no justifica pero les da herramientas, les permite NO naturalizar el maltrato. Ser conscientes para poder pedirles disculpas, explicarles que el error es mío al tratarlos de ese modo, hacerles saber que no merecen y no deben permitir que nunca NADIE JAMÁS los maltrate y que voy a estar SIEMPRE para poder escuchar y ayudar".
"Muchas veces cuando manifiesto la angustia que me genera maltratar a Toro me dicen: vos sabes lo que es un niño mal tratado? Dando a entender que Toro no lo es ni de cerca. Entiendo el concepto, se qué hay niños con un nivel de abuso violencia y maltrato incomparable. Pero eso no lo hace menos grave ni deja de ser maltrato", agregó.
Por último, se preguntó "Y por qué escribo esto? Siendo algo tan intimo. Por qué quizá vos, cuando te sacas o colapsas, cagas a gritos a tu niñx, lx agarras del brazo, lx pegas un tirón de pelo y lamentablemente es en escala y de ahí para arriba no tiene límite y pasan estas cosas que están pasando (y siempre pasaron). Volviendo a por que escribo esto. Primero por que puedo alzar la voz y ser escuchada por mucha gente y además si vos “tan solo” le gritas a tu hijo quizá te sirva saber que no está bueno naturalizarlo ni minimizarlo".
