De un día para el otro, la posibilidad de Luciana Salazar de volver a ser madre y de darle un hermanito a Matilda quedó en manos de Martín Redrado, quien desde un principio fue el sponsor económico del proyecto de familia unipersonal que eligió Lulipop.
“Te metiste con lo más sagrado”, lanzó la rubia, furiosa, hace unos días, en cuanto se enteró de que Redrado había dejado de pagar a tiempo la cuenta del mantenimiento del material genético que conserva en un laboratorio en Estados Unidos desde hace unos años, por lo que recibió un ultimátum.
Desesperada porque su sueño de buscar el varoncito corre peligro si los miles de dólares no se pagan, Luciana habló con Catalina Dlugi e hizo contundentes declaraciones acerca de esta decisión unilateral que tomó su ex novio, de quien se supo que a mitad de este año se va a casar con Lulú Sanguinetti.
Salazar advirtió en Agarrate Catalina que el economista asumió compromisos tiempo atrás a los que está faltando: “Más que los óvulos congelados, me preocupan los embriones que es lo principal y lo más preocupante para mí. La urgencia más que nada está ahí, y lo voy a resolver, pero a mí lo que más me dolió fue la actitud”.
Para Luli, que Redrado haya dejado de pagar es una suerte de revancha: “No es casualidad esto, venimos de una mediación fallida porque yo voy a demandar y ese mismo día me llega un mail de la empresa que tiene congelados mis embriones y mis óvulos. Eso es un castigo por algo que no salió como él quería”.
“¿Qué despecho podés llegar a sentir, para hacer una barbaridad así? El hombre despechado es lo peor que puede pasar, y es lo que yo estoy sufriendo, soy víctima de eso”, siguió, angustiada, y agregó que piensa llevar este conflicto a los Tribunales.
“Creo que todo se va a entender mejor cuando vayamos a la Justicia y salgan a la luz los motivos de su despecho, de lo que tengo pruebas. Él busca hacerme quedar como loca, a través de sus voceros también, pero ya pronto se va a saber todo”, avisó.
Y cerró: “(Redrado) maneja una inestabilidad emocional importante. A mí me descoloca mucho porque muestra una imagen a los medios, y para adentro me busca constantemente. Tengo confesiones muy fuertes de él, que me las guardé para preservarlo. Pero es una persona para el afuera y otra para el adentro”.
