A una semana del regreso de Pamela David a la pantalla de América con un nuevo formato de entretenimientos que la emisora eligió poner en el prime time, el ojo tanto del público como de los periodistas y panelistas están puestos no solo en el desempeño de la conductora, sino en el desarrollo del programa en sí.
Y así como en su momento tomaron repercusión los dichos de Jorge Rial sobre esta nueva apuesta del canal de Fitz Roy, había una crítica que estaba faltando en el medio… y que si bien se hizo esperar finalmente apareció. Yanina Latorre se tomó su tiempo antes de opinar tanto de la mujer de Daniel Vila como del ciclo de juegos que anima, y cuando lo hizo… ¡la mato!
Mientras se recupera de una operación de la vista y descansa en su casa, la angelita se puso a ver La ruleta de tu vida, y así como a muchos les pasó de esperar algo más del programa, le sucedió a la mediática que no tuvo filtros a la hora de expresar lo que piensa en cuanto al producto en cuestión.
"Es que es tan pero tan malo que no sé bien qué decir. Ella no es empática, no tiene onda, se equivoca todo el tiempo, no le pone emoción. Amor, ¡Qué mierda!”, disparó Yanina.
“Yo sé que les debo mi crítica, pero el tema es que es tan pero tan malo que no sé bien qué decir. Ella no es empática, no tiene onda, se equivoca todo el tiempo, no le pone emoción. A esto hay que buscarle la diversión y emoción”, comentaba Yanina mientras veía el programa en vivo.
Y siguió: “No sé. Mirá a Marley, a Darío Barassi, a Lizy Tagliani. ¡Me deprime tanto!”. Quedándose sin palabras para seguir exponiendo lo que piensa en cuanto a la conducción de David y al chato formato que lleva adelante la ex participante de El Bar, Yanina dio un giró a su análisis y se dedicó a opinar de Pamela como mujer.
¿Qué dijo? En este caso, la panelista de LAM tuvo muy lindas palabras para con la imagen de la animadora de América. “Hablemos igual de lo bella que está. Porque es hermosa Pamela, pero… “, pronunció Latorre quien luego de un bache de silencio, sin filtros ni vueltas, remató: “Amor, ¡qué mierda!”.
