Finalmente llegó el día, parece mentira pero como lo había anticipado el aterrizaje al mundo se produjo el 22 de julio. Pampita se acaba de convertir en mamá de su hija Ana, que nació de parto natural en la clínica Otamendi.
La felicidad desborda a Carolina Ardohain, que transitó con mucha paz todo el proceso una vez en el nosocomio, incluso se sumergió en una pileta especial instalada en su suite para estimular al nacimiento.
Una de las grandes incógnitas se develó respecto al nombre, ese hecho tan fundacional para cualquier criatura que marca a fuego toda la existencia. De esa lista pequeña que Roberto García Moritán soltó hace unos días se terminaron de inclinar por Ana.
Claro que la magnitud de la figura de Pampita genera que el pública quiera conocer todos los detalles, que vuele en las redes sociales una ansiedad por ver a la gurrumina, adentrarse en ese seno tan íntimo. Todavía no han circulado fotos de la niña, pero si algunas descripciones.
Resulta que la madrina de la bebé, Luciana Pizzolorusso habló con LAM y aportó pormenores de cómo fue la noche previa, hasta con algunos datos del monitoreo de las contracciones con las amigas y en que momento decidieron trasladarse a la clínica.
En ese contexto, la amiga de Pampita también describió que participó de una videollamada por ZOOM y eso le permitió ver a Ana y todo el escenario de inmensa alegría. Entonces, en el ciclo de eltrece aprovecharon esa cualidad de Luciana para consultar por los rasgos físicos de la nena.
La madrina se sumergió en la descripción de la hija de Pampita y narró: “Se le veía la boquita como la de Bautista, una boca así. Y los ojitos como los de Caro. Parece chiquitita, aunque 3.100 kilos está muy bien. Está despierta, muy activa. Divina, todo está super bien”.
Mientras se aguardan las primeras postales de Carolina Ardohain con su pequeño ángel, ya hay indicios para imaginar su carita, que todo indicaría tiene esos ojitos achinados como la mamá.
