Cada una de sus acciones despierta atención, cada movimiento representa un tema de estado público. Todo lo que rodea Marcelo Tinelli sacude y se magnifica. La magnitud de su figura construye este interés gigante en todas las aristas de su vida.
El conductor regresó con todo a la televisión, sacudió con todo lo preestablecido con el retorno de ShowMatch, ese gigante que es un clásico. Claro que también caminó por senderos espinosos por las críticas y cuestionamientos por la aglomeración de personas en el estudio.
En las últimas horas, Marcelo experimentó un episodio peculiar, urticante, cuando el feedback con El Polaco reflotó a la luz aquella separación estridente de Guillermina Valdés, que aconteció en el 2020, durante la fase más estricta de aislamiento.
Todo comenzó con la pregunta de Tinelli al cantante, que saltó a la pista con Barby Silenzi: “¿Están juntos? ¿No están juntos? ¿Qué pasa? ¿Por qué tantas idas y vueltas?”. El músico le sacó una carta de la manga y le tiró un pelotazo: “Igual, estuvimos en una pandemia, Marcelo. Vos también estuviste medio ‘mirame y no me toques’. Pasaron un montón de cosas”.
Lejos de enojarse con la inquisición de El Polaco, Marcelo tomó la postura loable de reconocer esa ruptura, ese periodo de distanciamiento con Guillermina y admitió: “Nosotros estuvimos separados dos meses también. Pero lo de ustedes es más constante”.
Valdés también jugó un papel en todo este momento incómodo, dado que desde su puesto en el jurado exteriorizó un lenguaje corporal de coincidencia de las dificultades en las relaciones de pareja. Claro que todo eso ya pasó, ahora reina el amor entre Marcelo y Guillermina.
