Ya ha transcurrido un camino desde ese punto de ebullición, de ese cimbronazo que resquebrajó todas las estructuras. No obstante, la separación de la China Suárez y Benjamín Vicuña continúa vigente en el inconsciente colectivo y seguirá durante un tiempo considerable como un tema de abordaje cotidiano.
La magnitud de ambas figuras, el origen de esa pareja y sobre todo el mecanismo sorpresivo para comunicarlo provoca interés, un deseo de surcar por mayores detalles, por intentar desmembrar todas las aristas de ese ruptura estridente.
En estas semanas se ha hablado hasta el infinito de un sinfín de posibilidades, así como se analiza al detalle cada paso de Benjamín y María Eugenia. Así brotaron a la luz los movimientos de la actriz en España, con la teoría de un interés de la blonda con el mega famoso Mario Casas. Además, en todo este escenario también apareció Luciana Salazar.
También se abrieron líneas de investigación a un pasado reciente para hallar indicios, algunos gestos de ambos que advirtieran de las grietas en la relación. En esa sintonía, Carla Peterson se erige en una voz autorizada, porque protagonizó con Vicuña y Suárez la serie Terapia alternativa.
La actriz convivió varias semanas durante el rodaje y por eso buscaron su opinión, su lectura sobre cómo era la dinámica de la pareja. En una charla con Intrusos, Peterson explicó: “Hago de una terapeuta de parejas, que se ve muy movilizada por esta nueva pareja que llega que son Benja y la China”.
Rápido de reflejos, Rafa la indujo a Carla con una pregunta inteligente: “Las casualidades que se dan, ¿no? Hacen terapia, es una pareja y quiere separarse”. Así llegó la declaración de la actriz: “Parece que la ficción y la realidad se confunden, pero no”.
Y para culminar, Carla narró cómo era la cotidianidad de esas grabaciones: “Se llevaban super bien, ellos ya trabajaron un montón juntos. Ella venía con el bebito chiquito y toda la familia”.
