Carolina Baldini se erigió en un personaje público que adquirió enorme visibilidad por su condición de mujer del Cholo Simeone, su extrema belleza, esa figura tallada a mano y principalmente por aquella intervención en el Bailando por un sueño en 2008.
Todo el mundo posó las miradas sobre la modelo, quien construyó una poderosa historia de amor con el entrenador, pero que un día estalló por los aires. La crisis, el divorcio y la distancia atravesaron a Carolina, que de repente modificó su exposición de manera radical tras el escándalo que generó ese noviazgo con “He-Man”, un guardavidas muy fornido.
Con el tiempo, Baldini se sumergió en el ostracismo, por decisión propia optó por cultivar un perfil híper bajo y alejarse de los flashes de las cámaras. Claro que su cotidianidad viró, porque sus tres hijos se marcharon a Europa detrás de los sueños de ser futbolistas.
De un momento a otro, la morocha se halló en soledad, bajo los influjos de lamer sus heridas, esas que hicieron mella por la exposición, por las traiciones que experimentó de personas que se le acercaron por la fama y por el nuevo escenario de una lejanía de sus hijos y su exesposo.
Mucha agua corrió bajo el puente. La cuarentena la hundió en un proceso de retrospección, así transitó por emociones de toda índole y detectó una nueva manera de afrontar la vida y reconstruirse. Hoy, Carolina se lanzó al mundo de la moda con una línea de indumentaria.
En todo ese contexto, el Cholo Simeone continuó con su éxito como técnico del Atlético Madrid y se enamoró de Carla Pereya, con tanta fuerza que se convirtió en padre nuevamente de niñas, Francesca y Valentina.
Tras años de silencio, Baldini decidió abrir las puertas de su coyuntura a un medio y retrató su actualidad. En ese raid, la morocha confesó la peculiar manera en que se mantiene en contacto con el Cholo y hasta el tipo de vínculo que creó con la actual esposa de su ex.
En cuanto a la sinergía con Simeone, Carolina reveló: “La relación es muy buena. Tenemos un grupo de WhatsApp de familia, así que estamos todos conectados”. A pesar del dolor, de los problemas, del desenlace estrambólico, la modelo sigue con un lazo profundo con el director técnico.
Claro que lo más peculiar se focaliza en el feedback con Carla Pereyra, dado que Baldini confesó: “Me llevo muy bien, pero no tuvimos muchas oportunidades de cruzarnos. Compartimos el casamiento de Giovanni y me pareció divina. Los chicos la quieren. ¡Además, tienen dos hijas buenísimas!”.
