Mientras Santiago del Moro y Telefe se preparan para volver con una nueva edición de Gran Hermano, uno de los participantes más polémicos y populares que ha pasado por el reality y que ha quedado en la memoria de los fanáticos del formato recordó su experiencia a 20 años de haber ingresado a la Casa.
Invitado al living de Intrusos, y a dos décadas de haber realizado el casting y participado del exitoso programa, Gastón Trezeguet analizó a la distancia su vivencia. Y desde el lado de productor que hoy ejerce, el ex hermanito explicó a qué deduce que se debe el éxito de este fenómeno.
Transgresor, estratega y divertido, ese chico que tenía tan solo 21 años cuando entró a la Casa de GH llegó a la final. Y si bien no ganó fue uno de los personajes más emblemáticos en al historia del reality en Argentina ya que, más allá de su personalidad y su juego, durante la estadía en el programa se atrevió a confesar su homosexualidad, un tema muy tabú en aquel entonces.
“En ese momento fue importante. Era difícil. Estaba estudiando Administración de empresas en la UCA, nada que ver. Lo veo bien porque mirá a lo que hemos llegado. En ese momento fue fuertísimo. Fue natural, me pasó y cuando salí del programa me empezaron a decir "gracias". Ahí tomé conciencia de que había sido fuerte”, comenzó Gastón.
“Para mí era emocionante pero nuevito. La exposición y el después fueron abrumadores. Se transformó en un fenómeno, era icónico y supera a la producción y al público. Lo viví diferente a otros, para mi fue un goce”, continuó Trezeguet quien, a diferencia de otros participantes, no reniega para nada de la experiencia.
"En GH se juega con la traición, la mentira, complotar. Necesitaba salir del closet y fue fuertísimo en ese momento",recordó Gastón.
“Me daba miedo, pánico el ser rechazado cuando salía después de lo que conté. Fue una sorpresa para mi familia y hasta para mí. Jamás diría que mis problemas fueron por un programa, no lo atribuiría, porque estuve de los dos lados mucho tiempo. Todo radica en las decisiones y personalidad de uno”, sumó el integrante de la segunda edición del reality.
“Gran Hermano, la madre de los realities, es por sí un juego en el que se juega con la traición, con la mentira, con complotar. Es parte del juego. Lo que me encanta del formato es que no saben como viene, que va a venir. Gran Hermano es estricto, tiene reglas”, continuó Trezeguet.
Fue entonces que el actual panelista y productor se refirió a lo que lo impulsó a entrar a la casa y detalló: “Necesitaba un cambio en mi vida, necesitaba salir del closet y hacer un grito importante. No fue por fama. ¡Que sabía que la iba a tener! Lo hice como una inconciencia. Me encanta el proceso de casting, fue estricto e iba pasando”.
