El 2021 arrancó con el pie derecho para Martín Liberman, quien afortunado en el amor y casado con la bailarina Ana Laura López también atraviesa un gran presente profesional. En lo que va del año el periodista arrancó su séptima temporada de Liberman en línea por radio Late, lanzó su canal de Youtube alcanzando 200.000 suscriptores en dos meses… y debutó en Los 8 escalones.
Y si bien en cada uno de sus trabajos, incluso en las redes sociales, el conductor y especialista en deportes expone un poco de su vida privada o cuenta alguna anécdota personal, en diálogo con Paparazzi reveló una extraña manía que tiene a la hora de entrar a su casa.
En medio de la pandemia, y luego de que Martín le contara a uno de los periodistas de este portal que a su casa no se entra con calzado que se trae de la calle, decidimos indagar más al respecto y el propio Liberman explicó: “Cuando me fui a Japón en el 96 y 2006 veía cómo dejan los zapatos, incluso en las puertas de los restaurantes”.
“En el 2009, en plena gripe A no conocía bien de qué se trataba y mi hijo Blas nació en plena pandemia. Entonces a cada uno que venía a mi casa a conocerlo yo lo recibía con el alcohol en gel en la mano y le pedía que se quite los zapatos”, continuó el periodista y jurado del programa de El Trece.
“A partir de ahí me di cuenta que es un espanto entrar con los zapatos a la casa. Lo que uno pisa, gérmenes, bacterias, basura, caca, agua podrida de la alcantarilla… . Hoy me parece increíble que haya gente que entre con calzados. Me pasa al revés”, agregó Martín.
Y fue entonces que haciendo recuento, Liberman reconoció: “En mi casa hace 12 años que sucede. Incluso, ahora le digo a mi mujer, ¡viste que tenía razón! Fui un adelantado. Creo que es algo que ahora todo el mundo se dio cuenta de que no se puede entrar a la casa con el calzado de la calle”.
Siguiendo con su relato, el periodista deportivo manifestó: “Mi casa es mi templo, mi lugar sagrado. La basura de la calle tiene que quedar afuera. Igual que hay que cambiarse la ropa que uno trae de la calle, más allá del virus. Uno no puede sentarse en su sillón con esa ropa que trae de afuera. Son manías mías que tienen que ver con la limpieza”.
“En mi casa hace 12 años que se entra sin calzado. Al que viene le aviso que es una condición para entrar, y cuando llegan les doy la opción de que entren descalzos, con medias o les ofrezco unas pantuflas”, explicó Liberman.
Finalmente, Martín explicó cómo es el protocolo que tiene a la hora de recibir visitas, “al que viene le aviso que es una condición para entrar a mi casa, para que pueda elegir no venir. Y cuando llegan les doy la opción de que entren descalzos, con medias o les ofrezco unas pantuflas que tengo para visitas en el palier privado donde quedan los calzados”.
